Esto es exactamente lo que yo llamo una buena portada. Me refiero a la de Primordial Arcana, el último disco de Wolves in the Throne Room. Una impresionante composición realizada por Amjad Faur a partir de la que uno puede imaginar no sólo la escena de un libro sino una novela al completo. De hecho, podría perfectamente aparecer como grabado tanto en El jardinero como en Un reino oscuro. Basta contemplarla unos segundos para penetrar en un mundo oculto; en terrenos indómitos y salvajes. No soy yo ningún fan de la banda de black metal norteamericana pero me basta contemplar esta instantánea para sentir deseos de perderme varios días por los bosques oscuros escuchando sus canciones una y otra vez.

En esta portada hay todo un mundo por descubrir. Todo es estentóreo y claro pero, al mismo tiempo, sugerente. Yo al menos puedo imaginar al guerrero y al rey que porta el cuchillo. Las muertes que se han producido en el castillo donde reposa. Las borracheras de sexo y alcohol que se han llevado a cabo en inmensos salones. Puedo sentir la vibración del corazón de una bestia. Las infidelidades y los crímenes. La locura. Y también, la inmensa dureza de los tiempos retratados. El combate nitzscehano por ser el más fuerte que impera en medio de un palacio que se alza poderoso entre poblaciones por las que caballos sin freno corren sueltos y a veces los seres humanos no tienen más remedio que comer carne cruda para sobrevivir. Shalam

لا فائدة من شحذ السكين أكثر من اللازم.

No tiene ningún sentido afilar demasiado el cuchillo