No sé qué pensarán los fans de Scott Walker sobre las palabras que le dedica el esquizofrénico escritor que protagoniza Ruido. Supongo que muchos estarán de acuerdo. Ahí las dejo:
«Vivimos en mundo ruidoso que se encuentra a punto de derrumbarse. Y tengo la impresión de que el único que ha sabido retratarlo musicalmente ha sido Scott Walker. No te miento al decirte que pienso que si uno escucha sus discos Tilt o Drift entiende inmediatamente la Edad Media sin necesidad de leer un libro. La comprende en un rapto y un instante. Sus discos son odas dedicadas a los fantasmas del pasado. Espíritus que se mecen como telarañas entre los tejidos de unas composiciones que parecen haber sido compuestas en castillos. Podrían referirse a comerciantes que intentan vender sus productos en calles embarradas, desorientados hombres que se introducen en habitaciones llenas de candelabros, mujeres que asfixian a sus hijos recién nacidos en las calles por su incapacidad de alimentarlos o a escritores locos que viajan a los confines del mundo.
Toda una época, una era indefinida retumba en cada una de las estrofas que pronuncia esta especie de caballero medieval que dedica versos al amor cortés con la misma soltura que lo hace sobre el ruido que las armas de viejos condes y nobles emiten al pasar. Creo que nadie ha penetrado en el inconsciente de nuestro tiempo y lo ha mezclado con el del pasado como lo ha hecho Scott Walker. Su disco Bish Bosch es el único que he escuchado en años. El único que merece la pena realmente escuchar. Allí están condensados todos los miedos de esta época. Muchas de sus canciones parecen conversaciones directas con la dama de la guadaña. Recitales sobre el poder de las armas y la perversión. Diálogos con dementes. La banda sonora ideal para un combate entre dos caballeros que luchan en torno a un castillo donde no vive nadie. Scott Walker sabe cuánto dolor se esconde en el corazón de una mujer abandonada. En los parajes desiertos. En paisajes donde apenas habitan los hombres. Esos discos que te he mencionado me parecen la mayor descripción que se ha hecho nunca de un personaje como Hamlet. Creo que si alguien los escuchara y pudiera comprenderlos, entendería el drama interno de Hamlet sin necesidad de leer la obra de William Shakespeare». Shalam
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