Aunque aún me resta hacer una revisión completa de forma y contenido de la novela Ruido, en esencia, el texto se encuentra concluido. Y por ello, sin más dilación he comenzado a escribir y trabajar en Los puercos. La tercera parte de la trilogía del horror. Por tanto, espero que la mayoría de textos que suba a partir de ahora, se encuentren relacionados con esta nueva aventura. De momento y únicamente para favorecer la transición hacia esta aterradora travesía que quién sabe hacia qué paisaje mental me conducirá durante los próximos meses, dejo aquí el borrador de las primeras líneas de Los puercos:
«He vuelto a tener otro sueño.
Yo era un lobo. Y me encontraba en un inmenso campo verde en el que apenas había árboles junto a miles de borregos y ovejas que pastaban tranquilas ante la atenta mirada de varios jardineros. Algunos de ellos portaban en sus manos unas enormes tijeras que abrían y cerraban constantemente advirtiendo a los animales aquello que podía suceder si dejaban de comer pasto por un solo instante». Shalam
ما حكّ جْلْْْْْدك مثل ظْفرك
Usar medios desproporcionados para un fin insignificante
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