Encuentro una frase en Los excluidos de Elfriede Jelinek que creo que explica muchos debates estériles y libros sesudos que finalmente no hacen feliz a nadie y únicamente sirven para tirarlos a la basura. Demolición anárquica.
Una frase que tal vez nos haga comprender por qué no sirven de mucho las escuelas de escritores ni probablemente las de arte. O al menos por qué siempre habrá una discusión encendida e inagotable a este respecto. Las vaginas de una vaca maldita: «No existen leyes que gobiernen el arte porque el arte adquiere precisamente su calidad artística por no obedecer a ley alguna». Shalam
أُحِبُّكَ يَا نَافِعِي وَلَوْ كُنْتَ عَدُوِّي
Ya sea por su olor, composición o aspecto, la mierda siempre sobresale
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