Para mí, sin ninguna duda, lo mejor que me ha ocurrido durante 2017 ha sido prácticamente lo mismo que durante 2016: poder seguir compartiendo mi vida con Susana.
Sea en España, en México o donde quiera que el destino me lleve, ella está (y estará) siempre a mi lado. Y con su compañía tengo suficiente para saber que todo va por el camino indicado. Y para comprender que 2018 será un nuevo desafío. Pues desde nuestro encuentro no ha habido un solo día de rutina. He vivido toboganes indescriptibles. Y tantas y tan fuertes han sido las experiencias a su lado que, aún hoy, a punto de cumplir dos años de conocerla, me pregunto si es real.
Por eso lo que pido al 2018 es lo mismo que a los años que me restan por vivir: que no me separe de ella. Y si algún día lo hace, que nos volvamos a encontrar en otra vida. Aunque si se trata de pedir pues venga, ¡a ver si dios se hace presente, le echa una mano a sus guerreros y ayuda a Boca Juniors a ganar la próxima Libertadores! ¡Boca, mi buen amigo, qué ganas tengo de que vuelvas a salir campeón! Shalam
0 comentarios