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El baile y la vida

Dic 25, 2018 | 0 Comentarios

Es difícil escribir nada interesante en Navidad. Lo es cualquier día del año pues no digamos ya en Navidad. Por lo que me contentaré con dejar hoy en avería, una entrevista que realicé hace más de 10 años para la revista El coloquio de los Perros a la intensa, excelente bailarina y coreógrafa española Sol Picó.

Ahí la dejo:

 

Sol Pico: el baile y la vida

Referirnos a Sol Picó y su compañía de danza en un tiempo complejo, abrupto y aún por definir como el actual, es, desde luego, un placer por muchos motivos: Sol Picó ha sabido intuir los tensos procesos entre los que se mueve el hombre contemporáneo y ha construido unas excelentes piezas de danza inclasificables gracias a un trabajo concienzudo y unas dosis inteligentísimas de ironía y clarividencia a la hora de rescatar los mejores hallazgos del baile vanguardista. Por ello, aprovechando una nueva visita de la inquieta artista al Festival Mudanzas de Cartagena, no dudé en acercarme a ella para realizarle una entrevista a través de la que conocer sus impresiones subjetivas sobre su carrera y su personalidad y así poder profundizar un poco más en el misterio que rodea su sobradamente interesante personalidad y la de las obras que ha creado, bailado y presentado en cientos de escenarios.

EL COLOQUIO DE LOS PERROS: ¿De dónde nace tu afición a la danza? ¿Tienes algún recuerdo especial a este respecto? ¿Desde siempre quisiste bailar?

SOL PICÓ: Recuerdo que bailaba por el pasillo de casa de una punta a otra sin descanso. Mi madre me llevó a danza clásica y el primer día flipé. La barra de ballet no me cabía bien en la mano, era la más enanita.

ECP: ¿Qué te dejaron tus años de formación en el conservatorio Óscar Esplá de Alicante? ¿Cómo fue que poco a poco fuiste decantándote por la danza contemporánea y fuiste integrando en tus espectáculos la danza clásica pero siempre en un segundo plano?

SP: Fueron años de mucha disciplina y constancia sin perdón, no fui a ninguna fiesta de cumpleaños si coincidía entre semana, todos los días a ballet, ¡estaba abducida! Cuando termino la carrera, eran 6 años entonces, empecé a encontrarme con el contemporáneo y me fascinó, pero los años de clásico ya habían dejado huella.

ECP: ¿Cuáles crees que fueron las máximas influencias artísticas que recibiste por aquella época?

SP: El encuentro con Los Rinos.

ECP: ¿De dónde crees que nace en ti el afán por experimentar constantemente?

SP: Todavía no me lo explico, nace y me dejo llevar.

ECP: ¿Cómo fue y de qué manera decidiste formar tu compañía? ¿Cómo te aventuraste y qué riesgos tomaste a la hora de montar y presentar tus primeras obras Pevequi, Peve, Espectacular Dance Poemato o Spitibrides?

SP: Monté compañía por la necesidad pura y dura de mostrar, explicar, exhibir… No es un acto que hice consciente y premeditado, las piezas fueron surgiendo, conocía a alguien, me inspiraba y nos poníamos manos a la obra, casi sin pensar.

ECP: ¿Con cuál de todas tus obras de los años 90 (Del planeta basura, Esto no es danza, Love is fastic, etc) te sientes más identificada y con cuál crees que desarrollaste el trabajo definitivo para clarificar e impulsar tu propio estilo?

SP: Cada una de ellas tiene un significado especial porque corresponde a un momento concreto. El estilo nunca deja de definirse…

ECP: ¿Te esperabas el éxito de Bésame el cactus o de Paella mixta?

SP: Lo del “cactus” fue un auténtico subidón.

ECP: De tus colaboraciones con determinados artistas y compañías como La Danaus, Carme Portacelli, Joan Pueyo o La Fura dels Baus, ¿cuál ha sido la que más satisfecha te ha dejado? ¿Cómo fue trabajar con los nombres antes citados y que te aportaron como experiencia?

SP: Cada uno de ellos me aportaron su sabiduría y su forma de hacer y de cada uno de ellos aprendí mucho, pero es con el director de la Danaus, Kike Blanco, con quien seguí por más tiempo la colaboración. Acabamos codirigiendo Amor Diesel, un espectáculo para 6 intérpretes y 3 excavadoras.

ECP: ¿Hasta qué punto no es importante en tus obras, referentes artísticos y coreografías, los movimientos pictóricos vanguardistas, el teatro de lo absurdo, el dadaísmo? ¿No crees que tu obra es una continuación lógica de un cierto tipo de teatro vanguardista pero, en este caso, desarrollado a través de la danza o que incluso pone en representación ciertas ideas apuntadas en la pintura contemporánea?

SP: Cuesta demasiado analizarse uno mismo… Me encantaría acercarme a la representación de la pintura contemporánea, ¡ojalá!

ECP: Otra influencia que creo que se puede detectar en tu obra es el referente kitsch que está muy presente en la misma. El juego con determinados referentes absurdos o procedentes de la cultura pop, la cultura basura o el cómic que tamizas muy inteligentemente con elementos de nuestra tradición judeocristiana o mediterránea. ¿Estás de acuerdo? ¿Me podrías explicar esto?

SP: La influencia kitsch está muy presente porque es una mezcla de mundos entre los que me muevo, mis raíces, Alcoy, su gente, su cultura y todo lo que vivo desde que salgo de allí. Crean un cóctel curioso que me produce esas ganas de inventar micromundos donde todo esto pueda convivir.

ECP: Háblame de cómo surgió la idea de representar y montar La prima de Chita cuya representación me encantó.

SP: Fue una petición por parte del Festival Grec y me sedujo la idea de hacer un espectáculo en un lugar tan difícil como el teatro Grec, me lo tomé como un reto. La idea de buscar un mundo mejor hacía tiempo que me rondaba por la cabeza. Fue un parto complicado.

ECP: ¿Qué obras de danza has visto últimamente que hayan llamado tu atención y por qué? ¿Cuáles son las compañías de danza españolas de las que te sientes afín? ¿Y las extranjeras?

SP: Hace unos meses vi en Montpellier un espectáculo de Jerome Bel que me llamó mucho la atención porque era el gran reflejo de las corrientes que hay hoy día en Europa de las que me siento muy lejos y no sé si es bueno o malo.

Me siento afín por una cuestión vital con muchos creadores del estado español y menos con los extranjeros.

ECP: ¿Cuáles son los bailarines fetiches de tu compañía y por qué? ¿Qué te decide a la hora de elegir un bailarín u otro para participar en tu compañía o representar un determinado tipo de papel?

SP: Más que bailarinas tengo una prima fetiche que no vive en Barcelona y siempre acude a los estrenos o los grandes eventos, ¡cuando no venga temblaré! Mi querida Anita.

Los bailarines me inspiran las obras, siempre que los observo bailar se me cae la baba. La actitud frente a la danza es lo que más me pone, es una forma de vida.

ECP: De todos los países en los que has estado, ¿cuál es en el que te has sentido más acogida o más te ha interesado y cuál es el que sientes que está más preparado para acoger y respetar tu idea de la danza?

SP: Francia es el que está más preparado y tiene una gran afición, pero en Alemania y Buenos Aires es donde me he sentido mejor.

ECP: Por cierto, ya que El Coloquio de los Perros es una revista con una vocación principalmente literaria, ¿me podrías citar cuál es el libro que más te ha gustado desde siempre o el que lees actualmente? ¿Alguna película?

SP: Me apasiona leer y es muy difícil escoger uno entre tantos. Todo lo que ha escrito Gabriel García Márquez me emociona… Una peli… Me marcó All that jazz.

ECP: ¿Discos u obras musicales? ¿Te sientes afín a las propuestas del techno o la singularidad escénica de músicos como Pet Shop Boys? Te cito este grupo por su atracción sin complejos hacia el kitsch y porque durante momentos de la representación de La prima de Chita me imaginaba la misma musicada con temas de su disco Very.

SP: Con la música, igual me coloca un Bambino, Pet Shop Boys o una espectacular Mina.

ECP: ¿En qué punto crees que está tu carrera en el momento actual?

SP: En un punto Zen.

ECP: Por último, supongo que es una pregunta difícil o un poco compleja, pero ¿me podrías decir qué es para ti la danza, qué es lo que representa, en qué medida es la danza importante para el ser humano, cuál crees que es su función tanto simbólica como social?

SP: Para mí la danza es una opción de vida. De momento, sin  ella estoy perdida. Si se bailara más, se follara más y se riera más el mundo sería más interesante. ¡Hay que moverse más! Shalam

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Autor: Alejandro Hermosilla

Mi nombre (creo) es Alejandro Hermosilla. Amo la escritura de Thomas Bernhard, Salvador Elizondo, Antonin Artaud, Georges Bataille y Lautreamont.

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