No soy mucho de fijarme en la publicidad pero me interesa destacar hoy uno de esos escasos anuncios que de tanto en tanto, surgen y me parecen obras maestras. De hecho, me ha llegado al alma por los recuerdos de Martillo que me trae. Me refiero a este anuncio de la cerveza Modelo. Es difícil, en mi opinión, condensar con tan pocos elementos aquello que se desea transmitir.Este es para mí el ejemplo de anuncio perfecto. Me transporta a otra dimensión sin necesidad de hacerme huir de esta realidad. Me hace soñar e imaginar un sinfín de lugares, personas y situaciones imprevistas. No lo encuentro agresivo y además, no utiliza los habituales tópicos -la chica atractiva, el ejecutivo o joven fatigado o la reunión de amigos en un bar- relacionados con los anuncios de cerveza. De hecho, es casi minimalista. Si el Islam permitiera el libre consumo de alcohol podría haber sido ideado tranquilamente por un publicista árabe. Y si es cierto que el mundo es ya únicamente un inmenso supermercado donde todo se compra y se vende, en mi opinión, es una obra de arte que deja muy claro que algunas de las más valiosas se encuentran fuera de los museos y las galerías. Shalam
ما حكّ جْلْْْْْدك مثل ظْفرك
Dios nos envía la carne y el diablo a los cocineros
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