
Tutú
En realidad, El Tutú es una especie de ballet descompuesto. La vertiente humorística del Á rebours de Karl Huysmans. Una composición de Debussy sonando a doble o triple velocidad. Violencia patafísica y atea en medio de un guiñol humorístico y desmesurado. Gargantúa paseando por el París de finales del siglo XIX masticando montones de mierda. Ecos de los rugidos de Lautreamont destruyendo las tazas de té de las familias burguesas. El arte anunciando que sería travesti o no sería. El Marqués de Sade merendando con Raymond Roussel y Tristan Tzara en medio de un prostíbulo. Y Erik Satie improvisando una melodía de piano para la entrada diabólica del saxo de Charlie Parker. En definitiva, una obra en la que los iconos religiosos se convertían en símbolos diabólicos y fantasías sexuales surgidas de la mente de Dalí y en la que el espíritu humano se recuperaba de los puñetazos de la Enciclopedia, la Ilustración y las reglas de educación. De la nobleza y la Revolución.

Autor: Alejandro Hermosilla
Mi nombre (creo) es Alejandro Hermosilla. Amo la escritura de Thomas Bernhard, Salvador Elizondo, Antonin Artaud, Georges Bataille y Lautreamont.
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