Detrás de Proyecto Brainstorm se encontraba un hombre clave en el cine de ciencia ficción: Douglas Trumbull. Ni 2001: una odisea del espacio ni La amenaza de Andrómeda, Blade Runner o Encuentros en la tercera fase serían lo mismo sin él. Probablemente serían un poco diferentes pero no mucho mejores.
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Douglas se estrenó en la dirección con uno de los más extraños y naíf clásicos de ciencia ficción que he visto: Naves misteriosas (Silent running; 1971). Una película ecologista y espacial (los robots por cierto que aparecen allí creo que son un claro antecedente del R2-D2 de Star Wars) y llena de buenas intenciones que llevaba la preocupación por la conservación del planeta a niveles tan extremos como para hacer sonar las canciones de Joan Baez en medio de la ignota galaxia. Una de esas ocurrencias que uno no sabe si colocar en el casillero de los más absurdos disparates o de las más incomprensibles genialidades. (Por si fuera poco, el héroe de su filme es un asesino que mata para preservar la naturaleza). Pero que deja claro que si de algo no andaba exento Douglas era de personalidad. Así que me parece lógico que, con el tiempo, Proyecto Brainstorm haya ido ganando en reconocimiento y prestigio.
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En su momento, la película inquietantemente protagonizada por Christopher Walken sólo le provocó dolores de cabeza a Douglas (la muerte a mitad de rodaje de la gran Natalie Wood no fue la única) y de hecho, terminó siendo un fiasco económico que le apartó para siempre de la dirección. Pero el tiempo ha revalorizado muchas de sus propuestas. Hoy en día, en pleno estallido de la realidad virtual, no parece, desde luego, tan lejano como en 1983, concebir la existencia de una máquina que registre nuestras sensaciones y recuerdos y pueda transmitirlos a la persona que se coloque el aparto en el cerebro. Si se hubiera estrenado en 2020, Proyecto Brainstorm nos hubiera resultado interesante pero un tanto obvia. Alguien tal vez la habría calificado de hiperrealista. En 1983, sin embargo, era probablemente inverosímil.
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Más allá de las sensoriales escenas filmadas en formato panorámico (Super Panavision de 70mm) que traducen los recuerdos personales, Proyecto Brainstorm me interesa porque, tal vez fruto de los problemas que hubo en el rodaje, refleja a la perfección el ambiente enfermo del mundo moderno. El vicio económico que transforma en malsana la atmósfera que se respira en las empresas tecnológicas.
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Douglas no nos pinta una utopía. Nos describe una pesadilla. Y lo hace con cierta desgana que no perjudica a la película. La favorece. Porque acrecienta el malestar en la pantalla. De hecho, Proyecto Brainstorm tiene mucho más que ver con los viciosos y adictivos filmes de Cronenberg (pienso, por ejemplo, en la estupenda escena de los orgasmos) que con infantiles fantasías tecnológicas de su época (los 80) tipo Naves misteriosas o El chip prodigioso. Puesto que es un filme morboso y arisco. Casi de terror.
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La irregularidad de Proyecto Brainstorm se ha convertido con el tiempo más en una virtud que en un defecto porque tanto la confusión que refleja como la inestabilidad de sus imágenes son la manifestación más evidente de que Douglas no se sentía demasiado bien mientras la rodaba. Y que el odio que reflejaba la película hacia las corporaciones era probablemente parecido al que él sentía por el mundo del cine; hacia esos empresarios que priman el beneficio económico hasta límites enfermizos mientras despliegan banderas a favor de la creatividad y la libertad. Shalam
andresrosiquemoreno
el noviembre 9, 2020 a las 7:21 pm
1ºimagen:…..me estan cocinando a fuego lento……..una gran grapa en la cabeza…..procedimiento de union como la cola de milano………escultura………….
2ºimagen:…..hostia un monje preparando su cosecha!!!!!……antes eran un martillo y una hoz…..(sonrisa)….
3ºimagen:…..el colega:……..ya te dije que esto era funk, mi cabeza es de madera aunque sea una bola de discoteca…………(sonrisa)
A mí me recuerda al busto de una escultura egipcia. Un faraón encerrado en la tumba. Monje..jajaj… tal vez el personaje sí tiene algo de monje. Tal vez el ecologismo es una religión. jajajjaja… muy bueno lo del funk. Bola de discoteca psicodélica…..
1ºimagen:…..me estan cocinando a fuego lento……..una gran grapa en la cabeza…..procedimiento de union como la cola de milano………escultura………….
2ºimagen:…..hostia un monje preparando su cosecha!!!!!……antes eran un martillo y una hoz…..(sonrisa)….
3ºimagen:…..el colega:……..ya te dije que esto era funk, mi cabeza es de madera aunque sea una bola de discoteca…………(sonrisa)
A mí me recuerda al busto de una escultura egipcia. Un faraón encerrado en la tumba. Monje..jajaj… tal vez el personaje sí tiene algo de monje. Tal vez el ecologismo es una religión. jajajjaja… muy bueno lo del funk. Bola de discoteca psicodélica…..