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Narcos

Mar 13, 2024 | 2 Comentarios

Normalmente en avería tiendo a hablar únicamente de las obras artísticas que me gustan. ¿Para qué perder el tiempo con las que no me transmiten nada? Pero, de tanto en tanto, creo que es necesario también apuntar a las que me han dejado vacío. Una de ellas es Narcos. Si he de ser sincero no he pasado de cinco capítulos. Pero creo que he tenido suficiente. No descarto darle una nueva oportunidad pero dudo mucho que, de seguir en esa línea, termine la primera temporada.

En realidad, comencé a verla porque una entrañable lectora de avería me la recomendó. Pero mentiría si dijera que me está aportado algo. Narcos es una de esas series que niegan esa máxima que se popularizó décadas atrás que rezaba que si Shakespeare viviera actualmente, trabajaría para la HBO o una plataforma parecida. Ok. No niego que la frase sea cierta (Ahí están Roma, The Wire o Los Soprano para corroborarla) pero, desde luego, Shakespeare no estaría detrás de Narcos. Más que nada porque es muy evidente que es un producto comercial que utiliza la violencia y la figura de un icono del crimen cual Pablo Escobar como reclamo publicitario.

¿Hay alguna reflexión en Narcos? ¿Propone alguna teoría, algo que incite a pensar? ¿Hay catarsis en Narcos? ¡No! Narcos es mero sensacionalismo. Propaganda norteamericana. Un retrato burdo y bruto de la mafia colombiana que utiliza una serie de sucesos que, en cierto sentido, caricaturiza para enganchar a la audiencia. Generar dinero. Basta ver, por ejemplo, las escenas de sexo totalmente sobreactuadas en las que importa más provocar un efecto en el espectador que crear un clímax.

No hay drama en Narcos porque el drama es que se ruede una serie así. Una serie que no profundiza en la psique de Pablo Escóbar ni en las raíces de la violencia y de la cultura de la droga en Hispanoamérica sino que se aprovecha de las mismas para generar dinero. Narcos, de hecho, posee más substancias nocivas en su interior que la propia cocaína. Es una metralleta para el espectador. Fusila su capacidad de reflexionar. Algo a lo que sí animaba, por ejemplo, Quentin Tarantino.

En realidad, no creo que Narcos engañe a nadie. Narcos es un producto comercial creado para el público norteamericano. Narcos es una novela espectacular creada para seducir a los adolescentes y adultos del país anglosajón que se encuentran ajenos a los hechos sucedidos en Colombia durante el apogeo de Escobar. Los policías norteamericanos que aparecen allí son artificialmente retro. Demasiado estudiados. En realidad, su papel, su presencia allí no obedece a una necesidad dramática sino, repito, comercial y, sobre todo, a la necesidad de tapar los agujeros que dejó toda aquella historia del tráfico de drogas en la que supongo que debió colaborar durante un tiempo el gobierno norteamericano. (O al menos tolerarla).

Narcos, por supuesto, está bien rodada. Pero a la manera profesional. No hay una mirada artística, distinta detrás de este producto. En cualquier caso, para quien no conozca la historia de Escobar tal vez pueda ser interesante pero el problema es que, si no me equivoco, tres años atrás se estrenó la majestuosa El patrón del mal. Una obra que no admite comparaciones con Narcos. Una obra en la que, más allá de su calidad (que es mucha), sí hay sinceridad. Sí hay catarsis. Sí hay implicación. Sí hay llanto. Sí hay alegría. Sí hay locura. Sí hay verdad. Mucha verdad. Narcos, de hecho, creo que es un intento de robarle un poco la tostada a El patrón del mal y despistar a una audiencia que pudiera hacerse más preguntas de las debidas.

No creo por cierto que los actores tengan la culpa del desaguisado. La mayoría son buenos. Pero unos cuantos están fuera de sitio. Sobre todo, el protagonista principal ¿A quién se le ocurrió que un actor brasileño encarnara a Pablo Escóbar? Claro que Wagner Moura es un buen actor pero, del mismo modo, que ni José Sacristán ni Alfredo Landa deberían interpretar a Kingpin en Spider-man por motivos más que evidentes, tampoco Wagner tendría que estar detrás de Escobar. ¿No había ningún actor colombiano disponible? ¿De verdad?

La interpretación de Wagner no es mala pero el problema es que me tiene todo el tiempo pensando que estoy viendo a un actor brasileño haciendo de Pablo Escobar. No me hace pensar que estoy ante el mismísimo Pablo Escobar como sí que logró de manera prodigiosa, casi milagrosa, el gran Andrés Parra en El Patrón del mal. Un monumento televisivo más allá de sus irregularidades (que también las tiene).

En fin, la artificiosidad de Narcos resulta aún más evidente cuando utiliza imágenes documentales de los personajes y hechos narrados. No recuerdo bien si algunas de ellas fueron utilizadas en El patrón del mal y si no lo recuerdo es probablemente porque creo que se integraban perfectamente con las escenas rodadas. Esto, desde luego, no sucede en Narcos. Una serie que creo que se regodea en lo espectacular para lograr que el espectador cuando la concluya o bien busque otra nueva serie sobre narcotraficantes para matar el mono o bien busque un camello en su barrio para probar el polvo blanco y mate su curiosidad de otro modo. Cualquier cosa menos hacerse preguntas. No más de las necesarias.

Esto, desde luego, no es lo que sucedía en El patrón del Mal. Una serie que daba ganas de saber más, de penetrar hasta el fondo en la historia de Colombia y terminar de comprender por qué pudo surgir allí una figura como la de Escobar y todas las organizaciones crecidas a su alrededor. El patrón del mal apuntaba a la violencia total. También a la estatal. Creo que lo que hace Narcos es espectacularizar esa violencia y tapar su origen y sentido. Los malos son demasiado malos y los buenos demasiado buenos.

Hagámosle la prueba del algodón a Narcos. ¿Qué pensaría Pier Paolo Pasolini de este producto? ‘¡Pues eso! Shalam

ليس الأمر أن لدينا القليل من الوقت، ولكننا نخسر الكثي

No es que tengamos poco tiempo, sino que perdemos mucho

2 Comentarios

  1. andresrosiquemoreno

    1imagen….es que me cargo a este pendejo…..
    2imagen…orgullo de pillin…………..
    3imagen….si yo fuera rico, yabidudi, dudi,dudi,dudi,don…….
    4imagen….con mesas de billar y mesas de poker…..
    PD…https://www.youtube.com/watch?v=ErwNs_WGFAg….1971…
    cuadra con pisos y sin balcones…….

    Responder
    • Alejandro Hermosilla

      1) Cara de decepción. Muy impostada. 2) El psicópata asocial pero integrado. Jajajaj. 3) La morsa antártica. 4) A tomar caipirinha. PD: enorme ese tema. Nunca había visto su versión original en el filme.

      Responder

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Autor: Alejandro Hermosilla

Mi nombre (creo) es Alejandro Hermosilla. Amo la escritura de Thomas Bernhard, Salvador Elizondo, Antonin Artaud, Georges Bataille y Lautreamont.

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