
Los objetos
Daniel Gil consiguió que la literatura pasara de ser una obligación a un objeto de seducción. Dejara de ser una materia aburrida y estéril, llena de lamentos, para convertirse en una aventura. En gran medida, era un representante de la Movida mucho antes de que estallara o se pensara que en España podría ocurrir algo así. Diseñaba como si tuviera una copa en sus manos y, en vez de encontrarse en un despacho cerrado, estuviera en un bar rodeado de gente que le comunicaran sus secretos, fantasías y perversiones. En cierto sentido, era el Buñuel de los diseñadores españoles. Ahondaba en la oscuridad con una tranquilidad letal. Casi con parsimonia. Con humor negro. Leía la mente del escritor y traducía el mensaje del libro en una sola imagen que resumía cientos de ideas y era capaz de incitar a nuevas interpretaciones y simbolismos.

Autor: Alejandro Hermosilla
Mi nombre (creo) es Alejandro Hermosilla. Amo la escritura de Thomas Bernhard, Salvador Elizondo, Antonin Artaud, Georges Bataille y Lautreamont.
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