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La Buena Nueva

Ago 16, 2023 | 2 Comentarios

Dejo a continuación un nuevo avería dedicado en esta ocasión al célebre fichaje de Kylian Mbappé por el Real Madrid. El cual recomiendo leer escuchando el sensacional tema de Manel Rodríguez dedicado a la trascendente cuestión.

La Buena Nueva

Creo que una metáfora perfecta de aquello en lo que se ha convertido el fútbol (al menos hasta que llegan los partidos trascendentes) es la siguiente.

Dos día después de la final de Champions entre Manchester City e Inter me encontré a un conocido (simpatizante del Madrid) con el que de tanto en tanto tomo un café en un bar y comento los últimos acontecimientos relacionados con este espectáculo. A nadie se le escapará que el tema de conversación de aquel día no podía ser otro que el título logrado por el equipo de Guardiola. ¿Cuál sino? Pues bien, eso no fue así. No más había realizado yo un vago comentario sobre el partido y este muchacho ya me había preguntado si sabía cuál era la Buena Nueva. Le  pregunté sorprendido a qué se refería pues me costaba encontrar una noticia en el mundo fútbol que pudiera ser en esos momentos más importante que el reciente encuentro entre italianos e ingleses. No sabía yo cuán desacertado me encontraba. Ya que, sonriente, tranquilo y, atento a mi reacción, (como quien posee una escalera de color en una mesa de póker) me dijo: «aseguran que el Madrid fichará a Kylian Mbappé esta semana».

¿Qué puedo decir? En ese mismo momento, en ese mismo instante, acabó todo. Cualquier posibilidad de diálogo. Ya no se habló ni de la táctica de Inzagui, las ocasiones falladas por Lukaku, el gol de Rodri o los ímprovos esfuerzos de Bernardo Silva por desequilibrar a la bien plantada defensa italiana. De repente, la alargada sombra de Mbappé descendiendo por el Bernabeu se convirtió en la total, absoluta protagonista de aquella mañana, como tengo la impresión de que lo seguirá siendo durante unos cuantos siglos más. De hecho, el pasado fin de semana comenzó la Liga pero apenas presté atención a los resultados porque entiendo que lo que ocurre en el campo de juego ya casi es lo menos importante de este deporte. Desde la eclosión de internet, el verdadero partido se disputa en los despachos. Lo importante no son los goles sino los fichajes y traspasos que todavía se pueden hacer. Señal de que, como en casi todos los terrenos de la vida actual, lo superfluo ha acabado devorando a lo esencial también en el fútbol. Al fin y al cabo, el mayor monstruo especular de nuestra sociedad.

En fin, no creo que haya que ser un genio para detectar patrones o síntomas psicóticos y disociativos en una sociedad donde precisamente una no-noticia, un suceso imaginario o falso (el fichaje de Mbappé) ha ocupado el primer plano de los debates de los aficionados al fútbol durante los últimos años.

En realidad, la historia de la posible llegada del jugador francés al Madrid parece una versión esquizoide del cuento de Pedro y el lobo. Hoy en día, pareciera como si alguien, (por todas partes y a todas horas y en todo momento y en cualquier situación), nos estuviera gritando, recordando, sugiriendo: «Que viene el lobo (Mbappé), que viene el lobo (Mbappé), que viene el lobo (Mbappé)».

Actualmente, no es que de tanto en tanto algún pastor gaste una broma sobre la posible llegada de un lobo sino que a todas horas se reproduce la misma ocurrencia con tanta insistencia que ya no sabemos ni qué es un lobo. De hecho, no sé si alguien a estas alturas es capaz de indicar sin equivocarse qué es el fútbol o qué es la realidad. Mucho menos, por supuesto, cuándo llegará Mbappé al Madrid o se producirá (por sugerir otro tema recurrente) la caída de nuestro sistema económico. Sin embargo, (prueba de nuestra locura) buena parte de individuos de esta sociedad responderá que sí lo sabe. Alguno habrá incluso que se atreva a indicar la fecha exacta tanto del desplome de la Bolsa como del momento en el que el jugador francés aparecerá por el túnel de vestuarios del Bernabeu con la camiseta blanca. Indicio de que vivimos en un mundo en el que no sólo es que resulte imposible saber cuándo vendrá el lobo sino que (como lógica consecuencia de no saber qué es ese mismo lobo) no alcanzamos a distinguir quiénes son los lobos, quiénes los pastores y quiénes los corderos. Y a esa ignorancia la llamamos información, libertad o incluso felicidad. GOL. Shalam

التي اعتدنا عليها. الغرباء أسوأ. نحن ممتنون للفظائع

Estamos agradecidos a los horrores que estamos acostumbrados. Los desconocidos son los peores.

2 Comentarios

  1. andresrosiquemoreno

    1imagen….aqui huele a «mendacidad»…un fuerte olor a «mendacidad»………..
    2imagen…..yo te uso, tu me usas, el te usa…etec…ellos te usan…
    3imagen……..gran(extraordinaria) escultura de aristide maillol….(trompazo + descontrol extremo)…funciona de una en una (las tres con el balon)…..jajaj…
    4imagen….el lobo mas parece saltar como los caballos que hacia el pintor diego velazquez…..
    5imagen…….(el tiro por la culata)……»uhiiiiiiiii»……
    PD….https://www.youtube.com/watch?v=SLhoLkTyNkM….the faces…maybe i´m amazed…..en plena forma en 1972…

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    • Alejandro Hermosilla

      1) El lobo tiene cara de lobo satisfecho y se sostiene en el aire coo si estuviera tocado por un hada divina. 2) Lleva cuidado que no te caiga polvo que tienes que salir bien para la foto. 3) Puro manierismo renacentista. Escorzos que anuncian inquietud por la decadencia del deporte rey. 4) Pues la oveja de atrás se siente al parecer muy feliz del ataque. Tan contenta. 5) ¿Qué me falta para ser un mosquetero o ganar el Balón de Oro? ¿Qué es lo que no se puede comprar con dinero? PD: todo suena a alcohol del bueno. A noche sucia de sexo.

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Autor: Alejandro Hermosilla

Mi nombre (creo) es Alejandro Hermosilla. Amo la escritura de Thomas Bernhard, Salvador Elizondo, Antonin Artaud, Georges Bataille y Lautreamont.

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