Comienzo hoy a leer el segundo tomo de los Diarios de Rafael Chirbes y me encuentro este párrafo en su primera entrada: «¿En qué se me ha ido febrero? Unos cuantos ratos ante el ordenador con la mente en blanco, todo lo más anotando unas pocas frases que pienso que pueden servir a la novela que debería llegar. Ni siquiera me he asomado a este cuaderno. Bueno, al menos he conseguido entregarles a los de Sobremesa un artículo largo sobre los aceites de Castellón que, por cierto, son magníficos. ¡Ah!, y las columnitas que, desde hace tres o cuatro meses, les escribo a los de la revista Descobrir. Algo es algo».

La verdad es que no he podido evitar sonreírme porque algo parecido a lo de Chirbes estoy experimentando últimamente. ¿En qué se me están yendo los meses? A veces no consigo recordar lo que realicé hace días. No por falta de memoria sino por intrascendente. Es cierto que, durante los últimos años, escribía casi diariamente en avería y, antes o después, debía sosegarme un poco. Pero desconfío de mis períodos en calma. Me siento mucho más cómodo cuando estoy obsesionado con un libro o, movido por un hilo invisible, me siento obligado a escribir diariamente en avería. Ultimamente sin embargo no logro focalizarme en nada en concreto. Leo libros, sí, pero no siento necesidad de comentarlos, escucho discos pero me reservo el momento para escribir sobre ellos con la pasión debida. Sé por otra parte que este estado (como todos) no deja de ser transitorio. Sospecho que más temprano que tarde saldrán de mí todo ese magma de palabras parecidas a rugidos que estoy acostumbrado a plasmar en la pantalla del ordenador. Pero estos períodos de calma son tan raros en mí que no puedo evitar preocuparme un poco o volver a preguntarme: ¿En qué se me están yendo estos meses? Si he de ser sincero, no tengo la menor idea. Shalam

واحد ليس بالضبط ما يأكله المرء ، بل هو ، قبل كل شيء ، مكان تناول الطعام ، ومع من يأكل ، وكيف يسمي المرء ما يأكله بشكل

Uno no es exactamente lo que come sino que uno es, sobre todo, dónde come, y con quién come, y cómo nombra con propiedad lo que come