¡Navidad! ¡Menuda fecha! ¿Qué puedo decir al respecto? Poco, muy poco. La Navidad se felicita y se celebra. También se experimenta. Para los cristianos son fechas muy señaladas. También para los ateos. Su influencia y poder es abrumador. A nadie deja indiferente.

En fin. No es mi intención aguarle la fiesta a nadie. Pero hoy, Nochebuena, víspera de Navidad, me gustaría acordarme de las familias que han sufrido pérdidas irreparables durante este año. Yo en concreto quisiera rezar por tres personas que partieron durante estos últimos meses y que, de un modo u otro, me han marcado.

Ayer mismo moría uno de los pensadores políticos más importantes de España. He disfrutado y aprendido muchísimo escuchándolo y leyéndolo. Dalmacio Negro Pavón era un orgullo. Una fuente de conocimiento apabullante que nunca llegaba a aturdir debido a la humildad con la que transmitía las problemáticas más complejas y a su sabia comprensión de su falibilidad humana.

De vivir en un país en el que la decencia fuera mínimamente valorada,  el fallecimiento del señor Dalmacio debería aparecer hoy  en la portada de todos los periódicos. No ha sido así. No será así. Hoy, como ayer y mañana quienes corrompen los valores, los pensamientos, ocupan esos espacios. Afortunadamente, nos quedan sus libros. Las charlas y conferencias de un hombre al que la erudición no volvió más arrogante sino más sensato y cabal. Su obra no será olvidada. Será muy tenida en cuenta en el futuro. Los políticos, mientras tanto, por supuesto, harán lo posible porque sea ignorada. Un hecho que nos informa de su valía real.

No puedo evitar mencionar tampoco a José Óscar López. Una gran persona. Un buen amigo. Un escritor original. También hace unos días supe de la muerte de Javier.  Un hombre ejemplar. Un hombre humilde al que jamás vi enojado con el que compartí ciento y un temazcalis en México, que se fue como vivió: con discrección y una sonrisa. Si existe el cielo, ese hombre estará allí con seguridad. Lo que es seguro es que su alma ya está en brazos del Gran Espíritu.

Obviamente, han fallecido muchísimas personas más. Pero creo que hoy recordaría especialmente a esas tres y a sus familias. Sobre todo, a sus familias. Los motivos los saben los que los conocieron y, por supuesto, Dios. ¡¡¡¡Feliz Navidad!!!!. Shalam

والإيمان إن لم يكن له أعمال فهو ميت في ذاته

La fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma