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Craso

Jul 29, 2024 | 2 Comentarios

No hay semana que no vuelva a leer La carta de Lord Chandos, el célebre relato de  Hugo Von Homannsthal. Tampoco transcurre demasiado tiempo sin que vuelva a encontrar un pasaje que me había pasado desapercibido completamente en anteriores relecturas. Algo que no deja de sorprenderme puesto que debo haber frecuentado innumerables veces (al menos veinte) con atención total este texto de vocación poética, capaz de transformar por momentos la experiencia literaria en una indagación, exploración del lenguaje paradisíaco.

Ayer concretamente recabaron mi atención las reflexiones consagradas al consul romano Lucio Lucinio Craso. El considerado mejor orador de su época junto a Marco Antonio y a Cicerón.

Para explicar aún mejor (si cabe) el mal que aqueja a Lord Chandos, Homannsthal recoge en su carta la célebre anécdota sobre Craso que cuenta Plinio el Viejo en su Historia Natural: su enamoramiento de una morena (un serpiente de mar) a la que trató con tanto amor y delicadeza como si fuera la más bella dama. De hecho, llegó a engalanarla con pendientes en los que había incrustrados piedras preciosas y el animal, según parece, no sólo era capaz de reconocer su voz sino que comía prestamente todo lo que Craso le ofrecía (fuera lo que fuera) cuando lo visitaba.

Se comprenderá que, dado el tremendo afecto y amor que sentía por ella, cuando la murena falleció, Craso llorara desconsolado durante días y que, por supuesto, no dudara en enterrarla con la solemnidad debida. Y supongo que se entenderá también que esta anómala y obsesiva pasión provocara lógicamente no sólo la extrañeza sino la mofa de algunos de los rivales políticos de Craso, como es el caso de Domiciano, quien no dudó en intentar ridiculizarlo públicamente en el senado debido a  los incontenibles sufrimientos que el consul había experimentado por un simple pez. Burlas a las que Craso respondió con un célebre dardo lleno de veneno a la altura de su fama como orador: «Yo lloré por un animalillo, tú, en cambio, que enterraste a tres esposas no has llorado por ellas”.

Lo que me llama la atención de toda esta curiosa historia (digna del mismísimo Gogol o de protagonizar un disforme relato posmoderno) es la utilización que hace de la misma Hofmmansthah. Un escritor normal la hubiera citado para darse importancia o la hubiera utilizado como un simple chascarrillo más. Pero la profundidad de la confesión del mal que aqueja a Lord Chandos, no le permite a Hoffmansthal quedarse allí sino que  le hace ahondar mucho más allá.

Al poeta alemán, de hecho, lo que menos le importa es la ingeniosa contestación de Craso sino el hecho de que (aunque Domiciano hubiera sido el hombre más fiel a las mujeres y hubiera sufrido la muerte de cada una de ellas, aunque Domiciano hubiera sido el hombre más leal y apocado en el amor) la imagen de Craso contemplando embelesado a la murena se mantendría incólume. La soledad de Craso seguiría igual y su afección, inalterable. Craso seguiría siendo un enigma, un impenetrable misterio. Una colina rota. Un alma en huida semejante a Lord Chandos. A ese recio y noble señor aquejado de un inexplicable mal que no le permite escribir y desdobla sus pensamientos como si fueran hojas arrasadas por el viento. 

En fin. Creo que mucho mejor que mis palabras, es leer el citado fragmento del texto de Homannsthal. Probablemente, el escritor que mejor ha descrito el ignoto mal, el incognoscible maremoto que asola a quienes se alejan de su destino. No cumplen el mandato encomendado que, en el caso de Lord Chandos, era escribir.

Ahí lo dejo:

«No sé cuantas veces ese Craso con su morena me viene a la cabeza como un reflejo de mi propio yo, arrojado sobre mí por encima del abismo de los siglos. Pero no por la respuesta que dio a Domiciano. La respuesta puso a los reidores de su lado, de manera que el asunto se disolvió en una broma. Pero a mí el asunto me afecta, el asunto, que habría seguido siendo el mismo, aunque Domiciano hubiese vertido por sus mujeres lágrimas de sangre del más sincero dolor. En tal caso, Craso aún seguiría estando enfrente de él con sus lágrimas por su morena. Y sobre esa figura, cuya ridiculez y abyección salta tanto a la vista en medio de un senado que dominaba el mundo, que debatía las cuestiones más sublimes, sobre esa figura, un algo innombrable me obliga a pensar de una manera que me parece completamente insensata en el momento en que trato de expresarla con palabras.

La imagen de ese Craso está a veces en mi cerebro como una astilla alrededor de la que todo supura, pulsa y hierve. Entonces siento como si yo mismo entrase en fermentación, formase pompas, bullese y reluciese. Y el conjunto es una especie de pensar febril, pero un pensar con un material que es más directo, líquido y ardiente que las palabras. Son también remolinos, pero no parecen conducir, como los remolinos del lenguaje, a un fondo sin límite sino, de algún modo, a mí mismo y al más profundo seno de la paz». Shalam

انها الغطرسة فقط إذا فشلت

Sólo es arrogancia si fallo

2 Comentarios

  1. andresrosiquemoreno

    1imagen….distingo dos cabezas forzadas…la del grupo derch. con cara blanca(a lo picasso clasico y la vieja que mira a quien mira el cuadro en el grupo izq…………
    2imagen….cabezon (retrato a lo pablo serrano(a pablo serrano le hubiera gustado))…………
    3imagen….dicho popular: si te muerde de un bocao te deja sin brazo……
    4imagen….esta mañana por la calle gisbert en cartagena al subir hacia el antiguo hospital de marina he visto unos bancos de obra que al oxidarse la cabilla de la estructura se habian reventado…
    (mas ruina actual)…..(como una empresa puede fabricar un mobiliario urbano asi)……..
    PD….musica de la antigua roma… https://www.youtube.com/watch?v=JB7ozc5Z9nQ&list=PL2536FBFDE8A72821&index=4….je..je…
    maje, maje….je, je, je……(jetro tull)….

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    • Alejandro Hermosilla

      1) Una inspiración de Delacroix. Una comparación entre los muchachos revolucionarios y los senadores romanos. Vinieron a ser lo mismo en definitiva. 2) Retrato involuntario de la ceguera del poder. 3) Imagen involuntaria de la ceguera del amor. 4) Alguien decía que nuestros padres y abuelos nos han dejado como herencia muebles elegantes, en madera, de corte, trabajados, y nosotros dejaremos muebles de ikea. La obsesión del reciclaje y el ecologismo como otro signo del ocaso cultural. PD: Sí.. exacto muy Jethro Tull.. jjaa.. y muy Calígula..Tinto Bras…..

      Responder

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Autor: Alejandro Hermosilla

Mi nombre (creo) es Alejandro Hermosilla. Amo la escritura de Thomas Bernhard, Salvador Elizondo, Antonin Artaud, Georges Bataille y Lautreamont.

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