Comencé a leer hace unos días el libro de Michael Benson, Una odisea espacial. Stanley Kubrick, Arthur C. Clarke y la realización de una obra maestra. Un delicioso acercamiento a aquella hazaña cinematográfica que, desde su inicio, me aporta un sinfín de datos que desconocía y me permiten comprender mucho mejor lo que supuso aquella aventura.

Conocía, desde luego, la importancia que tuvo el ensayo de Joseph Campbell, El héroe de las mil caras, en la empresa. Pero no era consciente sin embargo (a pesar de que el título lo deja claro, meridiano) de las referencias a la odisea homérica en el filme de Kubrick. A raíz de las mismas, dejo a continuación una interesante reflexión en la que Benson compara las intenciones del director norteamericano con las de James Joyce. Autor (como es bien sabido) de otra de las novelas que tienen como indiscutible referente el texto de Homero: Ulises.

La traducción por cierto es mía y es completamente libre. No es textual. Ahí la dejo:

«En 2001: Odisea en el espacio, los antiguos dioses entrometidos de la cultura griega se han convertido en superraza alienígena inescrutable. Nunca son vistos directamente a pesar de que descienden en picado desde su Olimpo galáctico para intervenir en los asuntos humanos. (…) Si bien las similitudes con La Odisea no se encuentran tan profundamente entrelazadas en la estructura de 2001 como en la novela de Joyce, ciertamente existen. (…) HAL-9000 es una supercomputadora ciclópea representada por una voz incorpórea, muy tranquila y una red de ojos brillantes e individuales. (…) El astronauta Dave Bowman tiene que luchar contra el ordenador hasta la muerte. Además de batirse con un cíclope cibernético, el nombre de Bowman (arquero) hace referencia a Odiseo, que regresa a Ítaca, tensa el arco de Apolo, dispara una flecha (….) y procede a masacrar a los pretendientes de su esposa. (…) El regreso al hogar es tan necesario para la Odisea de Kubrick y Clarke como lo fue para la de Homero. Al igual que Joyce y de acuerdo con su visión expansiva, los autores de 2001 tomaron la novela de Homero como punto de partida, no como final». 

«James Joyce utilizó la estrategia de transfomar a Odiseo en un benevolente, meditativo y cosmopolita flaneur. Redujo diez de años de escapadas milagrosas a veinticuatro horas en las proximidades del río Liffey. Kubrick y Clarke adoptaron un enfoque opuesto. (….) Expandieron vastamente los parametros espacio-temporales. (…)

El retrato mareantemente impresionista realizado por Joyce del Dublín provincial nos puso en contacto con  corrientes internas del pensamiento humano previamente inaccesibles. Kubrick y 2001: Odisea en el espacio, de Clarke, presentaban una visión inquietante de la transformación humana debido a la tecnología,  dentro de un colosal espacio cósmico. (…) Cada uno fue muy influyente en su campo. Múltiples obras se esforzaron por igualar su amplitud filosófica y su virtuosismo técnico. Pero ninguna los ha logrado superar». Shalam

وليس هناك شيء أكثر ظلماً من طلب الأجر بالعدل

Nada hay más injusto que buscar premio en la justicia