Dejo a continuación un nuevo avería dedicado en esta ocasión al último disco de Iron Maiden hasta la fecha: Senjutsu. El cual recomiendo leer escuchando el tema que lo abre (de idéntico título al del álbum): Senjutsu.

Senjutsu

No deseaba precipitarme, así que he pasado unos cuantos meses escuchando de tanto en tanto Senjutsu. Y cada vez tengo más claro que aquello que pensé tras escucharlo por primera vez era bastante exacto: que es un discazo. Una maravilla llena de los clásicos temás épicos que tanto amamos los fans de la banda británica y de esos complejos desarrollos instrumentales que nos sumergen en atmósferas sombrías y enigmáticas sumamente seductoras y atractivas.

¡Meterse de lleno en Senjutsu es algo parecido a volver a casa! Así al menos me sentí tras adentrarme en los profundos océanos a los que nos lleva este disco cuya estremecedora portada así como su arte interior (realizados por Mark Wilkinson y Michael Knowland) merecerían un avería al completo. Porque todas esas imágenes son brutales, instantáneas y al mismo tiempo rezuman un augusto sentido trágico y dramático. Cualquiera siente al contemplar a un siniestro y violento Eddie convertido en un sanguilonento guerrero japonés la marcialidad de la cultura en la que se encuentra inserto pero, a su vez, la pesadillesca realidad que debe afrontar para sobrevivir.

Me encanta, sí, la cubierta de Senjutsu. Brutal y clara. A mitad de camino del videojuego, las clásicas portadas de monstruitos de las bandas de heavy metal y del arte clásico. De las vibraciones zombis y las nocturnas guirnaldas de la cutura nipona. Pero aún más me gusta el contenido de Senjutsu.

He leído varias reseñas que consideran este disco una obra próxima a algunas de las realizadas por la banda británica en las dos últimas décadas o, yendo un poco más lejos, incluso a la era de Blaze Bayley. No seré yo, desde luego, quien las contradiga porque entiendo que la subjetividad, la sinestesia y los recuerdos emocionales han de primar a la hora de hablar de cualquier actividad artística. Pero yo al menos la definiría como una extraña y hermosa mezcla de Seventh son of a Seventh son y A life of a matter and deah. Auque Senjutsu está tan lleno de matices y de momentos memorables que creo que se pueden encontrar referencias inacabables en su desarrollo. Yo al menos también vislumbro semillas de Somewhere in time aquí e incluso, sí, (a fuerza de que me llamen hereje) de los Maiden de Dickinson más clásicos: los de The Number of the Beast, Piece of Mind y Powerslave. De hecho, hay fragmentos de este álbum que no creo que desentonaran en ninguno de los lPs recién mencionados, como es el caso del mágico tema «Time Machine». Uno de esos medios tiempo con sabor a himno que se imagina uno entonando en voz alta cuando era adolescente con orgullo y desparpajo.

En realidad, Senjutsu logra aterrizar todo aquello que en Book of souls se intuía. Consigue ejercer de resumen de todas las etapas de la banda pero, a la vez, supone un nuevo paso adelante porque creo que la producción sabe aterrizar mejor las ideas previas a la grabación y además, tiene mejores temas que aquel interesante álbum cuya portada remitía a la cultura maya. Senjutsu está lleno de épica guerrera y de temas con sabor a clásico ideales para escuchar de madrugada. Es una obra muy equilibrada que tiene las dosis justas de vanguardia para provocar y concitar expectación pero al mismo tiempo homenajea los tics más memorables de una banda inolvidable. La cual ha llegado por cierto a un manejo de los desarrollos instrumentales tan notable que, en cierto modo, podríamos decir que por momentos pareciera un intenso grupo de prog rock. De hecho, si no fuera por su tendencia a construir estribillos con sabor a temporal salvaje además de por las expectativas de su público, estoy convencido de que Iron Maiden podrían grabar un maravilloso álbum de prog rock.

En fin. Lo cierto es que ser justos con Senjutsu es difícil. No sé, de hecho, si he alcanzado a definirlo con precisión. Porque es una obra tan imediata como apocalíptica. Lo cierto, en cualquier caso, es que cada vez que la escucho experimento respeto y agradecimiento. La sensación de que no es que Iron maiden hayan sido sobrevalorados sino de que probablemente hayan sido minusvalorados. Normalmente, los músicos que realizan remixes suelen hacer auténticos estropicios con los temas de bandas de heavy metal. Pero estoy seguro de que muchos melómanos se llevarían una enorme sorpresa si algún dj experimental se dedicara a remezclar, reformular, jugar, reconstruir y deconstruir muchos de los temas de Iron Maiden. Machacones misiles llenos de todo tipo de matices y colores que provocan que escucharlos sea casi como asistir en primera fila a una guerra. Eso al menos es lo que me parece a mí Senjutsu: un duelo a muerte con la música. Shalam

لكي يحب اثنان بعضهما البعض، يكفي أن يفرقا

Para que dos se amen, basta con separarlos