El sentido de la creación de Nikolái Berdiaev es uno de los más grandes ensayos que jamás se han escrito. Yo lo consulto de tanto en tanto como si fuera un Evangelio y casi siempre encuentro consuelo espiritual o un razonamiento iluminador. Hoy hallé el siguiente: «No es de la vida de lo que se libera toda gran creación, sino de las reglas. El ideal de la perfección clásica de la cultura no es, por tanto, otra cosa que la expresión de la tragedia de la creación, es su enfermedad. La creación clásica es una enfermedad nacida del abuso de las normas. Pese a la opinión célebre de Goethe, hay más salud en la creación romántica. La tristeza creativa romántica es la sed de evadirse de un estado mórbido, de superar la tragedia de la creación. El romanticismo es sano en la medida en que desea el descubrimiento del hombre; el clasicismo es mórbido en la medida en que desea que aquél permanezca oculto. En el romanticismo hay la salud del aliento vital; en el clasicismo, el soplo malsano que rechaza la vida. El romanticismo expresa una tristeza que es una exaltación de la vida; el clasicismo expresa la ruptura con el ser, cualquiera que sea. El clasicismo implica el inmanentismo; el romanticismo toca el abismo de lo trascendente. La tristeza creadora romántica afirma la naturaleza trascendental de la creación. Es sin límites, está ligada al sentimiento cristiano de la vida, a la noción cristiana del más allá». Shalam

من يتصرف باستقامة ونبيلة ، لهذا السبب بالذات ، يمكن أن يتحمل المصيبة

El que obra recta y noblemente puede, por ello mismo, sobrellevar el infortunio