Leo un artículo de Francisco Umbral sobre Julio Anguita en el que lo define de tal guisa: flor de clavel varonil. Repito, flor de clavel varonil. ¡Joder! Hay más literatura en esa descripción que en prácticamente todo el periodismo actual y el noventa por ciento de los libros que se publican.
¡Flor de clavel varonil!. ¡Ni más ni menos que flor de clavel varonil! No creo que se pueda describir mejor la estampa egregia y española del sobrio y elegante Anguita. La definición roza el kitsch, sí, pero es tan original, es tan inesperada que finalmente si roza algo es la genialidad. De hecho, esa combinación de cuatro palabras sabe a cuadro de Juan Gris o a lienzo de Picasso descompuesto.
Tengo muy claro que, a partir de hoy, cada vez que recuerde a aquel político de mirada bonachona y ojos tristes que, de ser actor y tener unos cuantos kilos menos, hubiera podido perfectamente interpretar a don Quijote, me vendrá a la mente esta expresión: flor de clavel varonil. Una más de tantas con las que Umbral demostraba que era el Curro Romero de la literatura. Toreaba el lenguaje con desparpajo y valentía, le pasaba por delante y por detrás el capote a cada palabra que utilizaba y si tenía que colocarle dos banderillas al artículo con una frase atrevida lo hacía con pasmosa inteligencia. Y también con vicio. ¿Quién no se acuerda de aquellas mozas del barrio de Vallecas que, Umbral dixit, tenían «senos como de loza de tazón»?
Umbral era muy parecido a Valle Inclán. No describía a los personajes sino que se los inventaba. Madrid, el Madrid de los 80 se diría que existió para que Umbral lo retratase o más bien, porque Umbral lo pintó en trazos y estampas que lo mismo rememoraban la España de los Austrias y de Goya que la truculenta de Cela, la maquiavélica y sobria de Galdós o la erótica y desfasada del Interviú. El caso es que lo hacía con tanta elegancia y con tanta picaresca que, en vez de escribir, parecía estar tomándose una copa de ginebra en un bar, convencido de ligarse a la novia aburrida de un banquero. Tal vez Umbral fuera un solitario. Muy probablemente fuera tímido. Pero con las palabras era un galgo. Tengo la impresión de que se folló a todas las mujeres que retrató porque allí donde no llegaban sus manos, lo hacían sus palabras parecidas a puñales, brandy, camisas blancas de dandy y el sabor que deja en la boca el primer cigarrillo tras un buen polvo.
Algo se remueve en cualquier escritor que se precie cuando lee a Umbral. Porque el madrileño, (alguien que parecía usar gafas por dandismo y no por miopía), era directo, atrevido y burlón. Por un lado, era un francés envanecido y por otro, un pendenciero navajero educado en las reyertas literarias. Su mano izquierda olía a colonia rasposa de hombre y la derecha a licor caro, muy caro. Era, en cualquier caso, sobre todo, un prosista con alma de pintor que dejaba en mantillas a cualquier poeta que deseara echarle un pulso. Su prosa está hoy en día tan viva como el zarapastreo descosido de Lola Flores en los escenarios. Felipe González le tenía más miedo a una frase suya que a un juez. Y la Preysler y Boyer (y parte de la Jet Set) preferían no cruzarse en su camino para no ser la comidilla de la España que lee durante una semana. Umbral era un terrorista del lenguaje. Un mago. Posiblemente uno de los últimos escritores españoles en hacer de la literatura un arma. Utilizar su talento para echarle un pulso a los políticos, a los ricos y al famoseo. Anguita, (allá donde esté), seguro que todavía está reponiéndose del susto y pensando si responder agradecido o un poco enojado a lo de flor de clavel varonil. Shalam
الموهبة، إلى حد كبير، هي مسألة إصرار
El talento, en buena medida, es una cuestión de insistencia
andresrosiquemoreno
el marzo 23, 2024 a las 12:31 pm
1imagen…. en el suelo(silla africana)….
2imagen….sandokan, sandokan, la,la,lara,larala, lalá……
3imagen…..enmanuelle perpiñan …jajajj…
PD….https://www.youtube.com/watch?v=9mQYGasieAc….sera una rosa……
Alejandro Hermosilla
el marzo 25, 2024 a las 5:42 am
1) Umbral envanecido con camisa con punto de corbata que muestra ser vanguardista con silla africana. 2) Quisiera haber sido en otra vida el ilustrísimo Miguel de Cervantes. 3) Delgadez, anorexia. También los hombres podemos ser hijos eróticos. PD: hermoso tema de Graciela Montes. Me la imagino dando recitales en México siendo aplaudida intensamente allá en el otro lado.
Francisco Umbral un hombre atípico, un hombre tan literario que su vida se confunde con una ficción literaria.
Sin dudas. Un hombre que convirtió su vida en literatura y viceversa. Todo un personaje.
1imagen…. en el suelo(silla africana)….
2imagen….sandokan, sandokan, la,la,lara,larala, lalá……
3imagen…..enmanuelle perpiñan …jajajj…
PD….https://www.youtube.com/watch?v=9mQYGasieAc….sera una rosa……
1) Umbral envanecido con camisa con punto de corbata que muestra ser vanguardista con silla africana. 2) Quisiera haber sido en otra vida el ilustrísimo Miguel de Cervantes. 3) Delgadez, anorexia. También los hombres podemos ser hijos eróticos. PD: hermoso tema de Graciela Montes. Me la imagino dando recitales en México siendo aplaudida intensamente allá en el otro lado.
TOTAL Paco Umbral !!
Sí. Genial. Gran Francisco.