Me resulta curioso cómo la vida se empeña en examinarnos una y otra vez de las lecciones que debemos aprender para que no descuidemos ninguna de sus facetas. Para que seamos totales con ella. Si nos centramos únicamente en el físico, probablemente no desarrollemos nuestro espíritu con la fuerza debida. Si sólo atendemos a la mente es muy probable que acabemos deshumanizándonos. Dejando de lado los aspectos más sencillos de la vida. Y si no más que tenemos en cuenta el espíritu puede que nos veamos abocados a sufrir desajustes y problemas con el mundo material.

Venía pensando esto a raíz de los problemas judiciales experimentados durante una década por Tool. Una banda que en Laterallus había en gran medida construido un álbum que era el reflejo de una nueva conciencia anímica. Un viaje kármico por los disgregados territorios del siglo XXI. Tool, sí, parecían estar más allá de este mundo. Vivir en medio de tormentosos viaje astrales y sonidos metálicos que emulaban gongs budistas y plegarias gnósticas. Sus discos parecían aludir al nacimiento de una nueva conciencia humana. Su mensaje musical estaba más cerca de los cielos que de la tierra. Su siguiente obra, 10000 days, era una confirmación de todos estos prespuestos. La búsqueda artística de Tool parecía no tener fin. La banda prometía alcanzar nuevas e inasibles cotas hasta que, de repente, bruscamente, (como si el mundo material quisiera recordarles que la vida espiritual tiene poco encaje dentro de la esquizoide sociedad capitalista del siglo XXI) su proyecto creativo se vio paralizado por un tema económico. Lo que, en parte, se correpondía de un modo u otro, a su vez, con los aricos y abruptos cambios de ritmo de su estilo.

El artista visual Cam de Leon les reclamaba una importante suma de dinero por el escaso dinero que, según su consideración, había recibido de la banda por la utilización de su obras y logo. Inmediatamente, para curarse en salud y ante la incertidumbre del resultado del juicio, la compañía de seguros del grupo norteamericano los demandó a su vez. Un enorme embrollo judicial que se complicó aún más cuando Tool realizó a su vez una contrademanda contra su compañía. Un hecho que generó un enorme estrés en los componentes, los distrajo de su trayectoria musical, los angustió y mantuvo ocupados hasta tal punto que estuvieron más de 10 años sin publicar nuevo disco.

Finalmente, la banda terminó ganando el juicio. Pero, de seguro, que la lección no se les habrá olvidado. No creo, de hecho, que en sus contratos actuales quede un solo punto que no haya sido estudiado minuciosamente. Shalam

إنه فأل سيء للغاية أن تصبح الفكرة رائجة، لأن هذا يعني أنها ستصبح فيما بعد قديمة إلى الأبد.

Para una idea es de muy mal agüero estar de moda, pues esto implica que más adelante estará anticuada para siempre