Todo está en los libros. Esta mañana he abierto tres ensayos al azar y en cada uno de ellos me he encontrado frases, reflexiones que definen mejor nuestra realidad actual que una fotografía o cualquier texto periodístico publicado hoy.

Mi idea sería publicar íntegramente los pasajes que he leído tanto en este como en próximos días en avería y que cada uno saque sus conclusiones sobre a qué cuestiones las puede aplicar. A buen entendedor pocas palabras.

La primera cita procede del ensayo de René Girard, Shakespeare. Los fuegos de la envidia y alude concretamente a los famosos pasajes de la obra en los que el conde Orsino intenta seducir a lady Olivia sin éxito.

Rompiendo la promesa que acabo de hacer, no me resisto a dar en este caso concreto mis breves impresiones. Ante todo porque no puedo evitar otear tras estas observaciones que el teórico francés realiza a raíz de su profundo estudio de Noche de Reyes, unas más que jugosas consideraciones aplicables perfectamente a quienes creen que entre Real Madrid y F.C.Barcelona existen grandes (o pequeñas) diferencias en lo esencial o, más en profundidad, entre los partidos políticos del estado español.

Ahí dejo la cita:

«Shakespeare nos invita a establecer un paralelismo entre las dos ti­radas de Orsino, como lo demuestra la conclusión de la segunda: «No establezcas comparación…» Cuando oímos a un hombre semejante pro­ferir este tipo de advertencias, hay que entender que la comparación se impone. Puede ocurrir que personas muy inteligentes estén hasta tal punto obsesionadas por sus rivales que se pongan a hablar como Orsino cuando, teniendo en cuenta las circunstancias, ganarían mucho ca­llando. Siempre nos asombramos del impulso ingenuo que lleva a esas personas a divulgar la verdad misma que se esfuerzan en ocultar, pero, llegada la ocasión, nosotros hacemos lo mismo.

El deseo siempre vive en la ilusión de que el mundo entero está tan obsesionado como él mismo por su rival momentáneo. Al igual que cualquier individuo arrastrado por una espiral mimética, Orsino quiere convencerse de que no tiene nada en común con su «enemiga amada», cuando en realidad no existe entre ellos la menor diferencia, y algo en él lo sabe oscuramente.» Shalam

إن الأكاديميات التي يتم تشكيلها على حساب الدولة لا يتم إنشاؤها لتنمية العقول، بل لتسخيرها.

Las academias que se forman a cargo del Estado se instituyen no tanto para cultivar las mentes, cuanto para embridarla