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Mutaciones nazis

Nov 10, 2022 | 2 Comentarios

Dejo a continuación un nuevo avería dedicado a la famosa novela de Philip K. Dick, El hombre en el castillo, que recomiendo leer escuchando un tema de la banda sonora de la serie de televisión (inspirada en este libro) realizada por Henry Jackman y Dominic Lewis: «Chapter 2, Verse 15».

 

Mutaciones nazis

Si he de ser sincero, tengo sensaciones contrapuestas con El hombre en el castillo. Soy contrario a los que piensan que es uno de los libros más fáciles de leer de su autor. De hecho, lo considero uno de los más difíciles. Intentaré explicarme.

Creo que El hombre en el castillo es un caos. Me parece que como propuesta teórica es maravillosa. La ucronía que presenta Dick (un mundo en el que Alemania y Japón ganaron la Segunda Guerra Mundial) es sumamente interesante y sugestiva. También me parecen francamente cautivadores todos los datos sobre este mundo que va dejando a lo largo de su narración como el hecho de que los nazis hayan desecado el Mediterráneo por intereses económicos, que hayan cometido todo tipo de masacres en África o que se hayan situado a la cabeza de la carrera espacial.

También me gusta que K. Dick introduzca el I ching de manera obsesiva en su novela para dejar claros los cambios de hábitos y costumbres en la vida norteamericana. Por otra parte, según parece, el mismo Dick decidió el rumbo del argumento, mientras escribía su libro, realizando tiradas de este método de adivinación arcaico. Así que resulta normal que lo introdujera en múltiples pasajes de su obra. También creo que Dick acierta en las breves descripciones que realiza de sus personajes gracias a las que nos adentramos en las fosas de un mundo totalmente diferente al que conocemos. ¡Hasta aquí todo bien!

Sin embargo, creo que la forma de dar a conocer este nuevo mundo es absolutamente caótica. Algo que para cualquier lector de Dick no tendrá excesiva importancia porque todos sabemos que hemos de estar en un determinado estado mental para sintonizar con sus esquizoides narraciones. El problema aquí es que K. Dick intenta urdir una historia lineal protagonizada por diversos personajes en su habitual estilo psicodélico místico. Y trama y forma colisionan de manera inevitable. Hay algo (¡no estoy de broma!) en El hombre en el castillo que me recuerda en ciertos pasajes a Kerouac e incluso a John Dos Passos. La novela de Dick es una novela coral llena de subversiones y trotamundos que retratan una América invadida y un mundo lleno de conspiraciones, espías y secretos. A eso hay que unirle la habitual deriva psicotrópica y psicodélica de su estilo, un componente metanarrativo importante en la trama (¡existe un libro en el que se advierte de la existencia de otra realidad en la que fueron los aliados quienes vencieron la Segunda Guerra Mundial!) y la ucronía histórica en sí misma. En fin, demasiados componentes como para que la narración fluya con la ligereza que sería necesario.

Obviamente, Dick no es Flaubert ni falta que hace. Tampoco, por supuesto, es Salgari. A Dick le pido que sea Dick. Por eso una locura como Valis me parece sumamente valiosa y, sin embargo, se me atranca un poco esta novela. De hecho, no sé ni si tan siquiera un Tolstoi sería capaz de hilvanar con la grandeza necesaria todos los elementos narrativos que acabo de citar, a los que habría que añadir unos cuantos más que convierten la lectura de El hombre en el castillo en un desafío. Por eso soy sincero al confesar que he disfrutado más leyendo los resúmenes del libro y las muchas y valiosas reseñas que hay sobre el mismo que mientras lo leía. Hasta cuatro veces lo inicié y en todas ellas fracasé en mi intento de completar el texto hasta que, finalmente, me dejé ir disfrutando de los hallazgos que me encontraba en el camino sin intentar unir los distintos hilos de la trama o encontrar una coherencia que yo al menos sólo hallé días después de mi lectura.

Algo, por otra parte, un tanto innecesario cuando hablamos de Dick. El hombre que, junto a J.G. Ballard, logró convertir la escritura en una moldeable chocolatina llena de cocaína y ácido. Tal vez uno de los mayores visionarios que han existido jamás. El Julio Verne de la generación crecida durante el auge de las revistas de ciencia ficción y la Edad de Oro de los cómics de superhéroes. Alguien que parecía salido de un programa de La dimensión desconocida y haberse criado en un barril de ácido. Un señor que, a su manera, se inventó la realidad virtual. O mejor dicho, habitó esa realidad virtual muchas décadas antes de que la gente común supiera lo que era internet.

Resumiendo, El hombre en el castillo es una novela recomendable más por su planteamiento que por lo que cuenta y cómo lo cuenta. Su lectura es parecida a la de un viaje de tripi que no llega a despegar del todo. Deja nuestra mente llena de ideas y momentos memorables pero no termina de llenar el alma. Un hecho que supongo que le resbalaría completamente a Dick. Puesto que, a su manera, El hombre en el castillo era una losa más en el edificio de literatura subversiva que estaba intentando contruir. Era una obra que contribuía a hacer de la paranoia y de la irrealidad, el nuevo credo religioso del siglo XX. Shalam

لا توجد جرائم حرب. الحرب جريمة

No existen los crímenes de guerra. La guerra es el crimen

2 Comentarios

  1. andresrosiquemoreno

    1ºimagen….los dos modelos de revolucion humana se alimentan…..mutualismo… la revol.alemana y la revol.americana…..
    2ºimagen….icono dentro del icono…..las bases de los carteles propagandisticos (tolouse lautrec&elmoulin rouge…jajjj)….
    3ºimagen….jugando con el balon del mundo…..
    4ºimagen…..en la zona neutral del mapa estaria el test de
    https://www.youtube.com/watch?v=EWIRr9BUkt0….mira barbarito torres el jimi hendrix cubano…sonrisa….
    5ºimagen….marlon brando en the last tango en saigon….
    PD…..https://www.youtube.com/watch?v=qz4gkeSrz2o&list=RDeFXEjmnRVsk&index=4…..pa´ti nengon…eliades ochoa….cantarrrrrrrrrr, changuei……

    Responder
  2. Alejandro Hermosilla

    1) Este sí que es el preludio del final de El planeta de los simios..jjajaj.. 2) Serigrafía que pondría en una discoteca antes de una noche dedicada al techno que se habría creado si los nazis hubieran vencido. 3) Fotografía para decorar una habitación de un yuppie pasado de vueltas. 4) Clases de geografría hipotéticas. Nueva asignatura de EGB. jajaja 5) Puro Blade Runner. Harrison Ford imitando a Philip K. Dick. PD: te veo muy cubano en lo que me envías. Todo muy bueno. Yo envío algo más nazi-Dick. Superpitcher: https://www.youtube.com/watch?v=faHxF-bD-N8

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Autor: Alejandro Hermosilla

Mi nombre (creo) es Alejandro Hermosilla. Amo la escritura de Thomas Bernhard, Salvador Elizondo, Antonin Artaud, Georges Bataille y Lautreamont.

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