Llevo casi dos años sin ver un partido completo del F.C.Barcelona. Y más de uno sin contemplar ni tan siquiera un medio tiempo. Me basta con cinco minutos para saber lo que me espera: la más pura y vergonzante mediocridad. El equipo dirigido con mano de aburrido funcionario por Valverde se ha aburguesado completamente. Es reflejo del mediocre Bartomeu y su junta de comerciantes y empresarios.
El Barcelona de Cruyff y Guardiola me hacía pensar en Gaudí y Picasso. Me recordaba que el fútbol no es tan sólo un deporte. También puede ser arte. Y al contrario, este Barcelona me hace detestar el fútbol. Es resultadista hasta la nausea. Y por eso no me importa si gana o pierde. Me es completamente indiferente. Su juego invita al sueño. A la siesta. No celebro ni una sola de sus victorias. Pero los socios parecen felices porque al parecer va líder. Joan Laporta es persona non grata y Guardiola casi que lo es también para muchos. De hecho, hay quienes hasta celebran las derrotas del Manchester City. ¡Qué enorme monumento a la medianía! Casi que preferiría que volviera Gaspart y el Madrid goleara al equipo para que esto se empezara a reconstruir.
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Las arañas. Todos los libros en que aparecen arañas me resultan interesantes. Sueño con leer una novela protagonizada por gigantescas arañas, negros caballos y hombres castigados por Dios. Una obra en la que los criminales tengan que derrotar a una enorme tarántula para sobrevivir en medio de oscuros bosques.
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Me siento ilusionado con el nuevo proyecto de Boca. Me agrada mucho ver a Juan Román Riquelme en las dependencias del club diariamente y atender a los hinchas. La presidencia de Angelici ha sido pésima. Tal vez le faltó suerte en algún momento, sí, pero creo que ante todo, careció de espíritu ganador y de algo muy importante: magia. Boca perdió carisma durante estos últimos ocho años. El club lo han sostenido los hinchas. Ni los jugadores ni los dirigentes han ayudado. ¿Volverán las emociones incontenibles con Riquelme? ¿Regresará la alegría? Yo creo que sí. Pero fútbol es fútbol.
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¿Y si los océanos fueran ciudades? Shalam
إنه لأمر محزن للغاية أن تستمر الموهبة لفترة أطول من الجمال
Es terriblemente triste que el talento dure más que la belleza
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