Tengo la impresión de que Pier Paolo Pasolini es considerado un profeta (o alguien con capacidades visionarias) dentro del mundo de la cultura. Para los amantes de la literatura y el cine, Pasolini es un santo. Sus palabras se escuchan casi como si estuvieran remozadas por un aura divina. A Pasolini no se le discute. O bien se le ignora o bien se le lee con reverencia. Con idéntico fervor al que experimentan los feligreses al sentarse frente al sacerdote en la iglesia. Si Pasolini sentenció algo sobre un tema más o menos irrelevante de su sociedad, intuimos que no lo hizo por ninguna veleidad personal sino como resultado de su enorme y profunda capacidad de observación y análisis. Así que tendemos a escucharlo (y leerlo) con suma atención. Conscientes de que, aunque podamos estar momentáneamente en desacuerdo con alguna de sus opiniones, el inexorable paso del tiempo terminará por darle la razón.
Estos días he estado leyendo varias de sus reflexiones sobre fútbol. Algunas de ellas me han hecho bastante gracia como su diferenciación entre un fútbol de poesía y otro de prosa, (que obviamente me remite a su famoso debate con Eric Rohmer sobre cine de prosa y poesía). Y otras, directamente me han parecido hermosas, desnudas y verdaderas como es el caso de su reflexión sobre el fútbol como rito, que dejo a continuación:
«El fútbol es la última representación sagrada de nuestra época. En el fondo es un rito, aunque también es evasión. Mientras que otras representaciones sagradas, incluso la misa, están en declive, el fútbol es la única que nos queda. El fútbol es el espectáculo que ha sustituido al teatro. El cine no ha podido sustituir al teatro, pero el fútbol, sí. Porque el teatro es una relación entre, por una parte, un público en carne y hueso y, por otra parte, personajes en carne y hueso que actúan en la escena. Mientras que el cine es una relación entre una platea en carne y hueso y una pantalla, unas sombras. El fútbol, en cambio, vuelve a ser un espectáculo en que el mundo real, de carne, en las gradas del estadio, se mide con los protagonistas reales, los atletas en el campo, que se mueven y se comportan según un ritual preciso. Por ello considero que el fútbol es el único gran rito que queda en nuestra época».
En realidad, el fútbol es más un negocio actualmente que un rito. Pero aún es posible vislumbrar su aura sagrada en ciertos ámbitos. Yo la hallé, por ejemplo, en Argentina donde disfruté como espectador de varios partidos de juveniles o de la serie C que no olvidaré jamás tanto por la pasión de los hinchas como por la entrega y calidad de los jugadores. Recuerdo, asimismo, un campeonato jugado aquí en La Manga en un hoyo donde asistí a encuentros en los que el sudor, implicación y esfuerzo de sus participantes convertía cada partido en eso mismo: un ritual. Un juego sagrado donde por momentos cada futbolista se convertía en un tótem primitivo y el balón parecía dotado de propiedades mágicas como si fuera capaz de abrir puertas de mundos arcanos.
En realidad, a pesar del dinero y la corrupción, el fútbol de élite también goza de esas propiedades (que a veces, eso sí, parecen diluirse entre tanta publicidad, anuncio de colonia cara y tomas televisivas intrascendentes). Prueba de ello es lo que ocurrió con la victoria de Argentina (y Messi) durante el Mundial de Qatar o lo experimentado en carne viva por cientos miles de almas tras el partido disputado este miércoles entre el Manchester City de Guardiola y el Madrid de Ancelotti. El impacto de este último encuentro ha sido brutal. Sin embargo, debido a la frivolidad que rodea este deporte, puede haber causado cierta confusión en el público en general que no haya permitido entender los últimos alcances de lo acaecido en Etihad Stadium. Pero no nos engañemos. Lo que experimentamos hace un día fue un latigazo sagrado. Una rememoración de las antiguas gestas épicas y las viejas rivalidades históricas entre pueblos guerreros. Por eso la alegría es tan profunda e inmensa en los vencedores y he percibido tanto dolor en los perdedores.
Si el fútbol fuera una mera distracción, esto no ocurriría. Tal vez la leyenda del Madrid, su aversión a la derrota, se ha construido por esa inmensa repulsión al fracaso. Tengo la impresión de que todo madridista se siente inmortal. Cree que vivirá siempre. Que no morirán nunca ni él ni sus seres queridos. Pero una derrota en el campo es un recordatorio de que es mortal y falible. Lo que explica lo mal que se llevan con este tipo de traspiés que, en realidad, son la pura cotidianeidad de la vida. El curso normal de los acontecimientos. El trasvase hacia el cementerio. La pérdida del cabello y del vigor físico. La progresiva paralización del corazón.
El pasado miércoles, el City no ganó un partido. Terminó con una falsa creencia. Asesinó la ilusión de inmortalidad de una hinchada y de paso, tocó por unos instantes la eternidad celeste. Una promesa e imagen que, por más que sepamos que es falsa, todos intentamos abrazar con las manos en alguna ocasión.
Probablemente al ser humano tan sólo le quede esto ante la inminencia de su segura muerte: convertir su victoria en un campo de juego en un pasaporte al Olimpo. El territorio de los dioses. Por más que los únicos que merezcan admiración sean los héroes, los hombres capaces de superarse a sí mismos al menos una vez en la vida. Aquellos que siguen insistiendo en encontrar un camino al desaliento aunque sepan que el futuro está teñido de negro. Ese color que tan bien rima con el desaliento y la derrota. Shalam
الصدمة حق ، كما أن الصدمة متعة
Escandalizar es un derecho, ser escandalizado es un placer
1imagen….partido en la zona de la pareta de un convento…el papa joven…..sorrentino…..(sustituye a pasolini&company por monjas……
2imagen….bañadpr con cierre de lunares….dramatico passolini…
3imagen….el gordo fati oliver hardy contra el flaco stan laurel…di estefano detras del señor arbito……(es usted un borrego señor arbitro…jajajjjajajjjj)
4imagen…cuanto me alegro de que al realdemadrid se le acabasen las flores en su florentinezaculo…..jajajajjjj
PD…..a su florentineza no le gustara nada…..
https://www.youtube.com/watch?v=3GwjfUFyY6M…..kool&the gang….quiza le guste a passolini……
1) El que contrarrestra a Pasolini parece un actor italiano pero no sé bien quién. Si estuviera mejor peinado podría pasar perfectamente por un actor francés. Cine de prosa contra fútbol de poesía. 2) El río de la vida. Película india o documental italiano sobre la India. 3) Es curioso porque yo (tal vez por la calva y por el color blanco de la indumentaria) también había pensado en Alfredo Di Stefano. Homenaje a las viejas Copas de Europa. 4) Lucha de navajas. Lo último que he escuchado de parte de varios madridistas es que al parecer los del city envenenaron la comida de los jugadores del Madrid y si lo demuestran, impugnarán. Jaaa.. Puro Buñuel. PD: bonita canción para festejar la liga del Barsa..