AVERÍA DE POLLOS: Inicio E Deportes E Un abrumador tornado

Un abrumador tornado

Jul 25, 2024 | 2 Comentarios

La verdad es que no tengo nada que decir sobre esta última Eurocopa. Ni bueno ni malo. Por supuesto, me he alegrado del triunfo de la selección española. Pero apenas la he seguido porque tuve que focalizar mi atención en varios asuntos que necesitaba resolver. Así que no he visto apenas partidos. Aunque creo que, de haber tenido tiempo, tampoco lo hubiera dedicado a a este torneo. Básicamente, por saturación, absoluto hastío, y porque mi tiempo libre prefería dedicarlo a Wimbledon.

Son tantos campeonatos anuales, tantos partidos del año, tantos goles imperdibles, tantos encuentros decisivos día tras día, semana tras semana y mes tras mes que llega un momento en el que, creo que como medida de salud mental, la mente hace un trabajo de depuración y el fútbol pasa a convertirse en invisible. Yo al menos tenía esa sensación. Que la Eurocopa no existía y que los partidos eran más fruto de la ilusión colectiva que de la realidad. Así que cuando miraba un encuentro de lejos en un bar la verdad es que no alcanzaba a distinguir más que sombras moviéndose o bien, tenía tal sensación de irrealidad, que creía estar ante un videojuego.

La prueba definitiva de que esta Eurocopa no era para mí fue el intento que hice de ver el España-Alemania. Si soy sincero no sé lo que me pasó. Pero en ningún momento empaticé con lo que ocurría en la pantalla. No me involucré. Ni tan siquiera me alegré con los goles de nuestra selección ni lamenté el de los germanos. De hecho, no los vi. Salí del bar al que había acudido en el descanso y me fui a pasear por la playa. Los minutos de partido que presencié se me hicieron interminables a pesar de que, según parece, el encuentro fue uno de los mejores del torneo. De hecho, mientras lo veía, pensaba más en los libros que podía estar leyendo que en los lances del juego. Así que ya me quedó claro que, por algún motivo, no podría conectar con la selección y vi los siguientes partidos en plácida calma mientras conversaba con un amigo sobre la vida en general. De tal forma que el fútbol era una mera excusa para la reunión y no el plato principal de la misma.

No sé si soy el único al que le ha ocurrido esto. Supongo que tiene más que ver con mi edad que con otra cosa. Mi época ya no es esta. Los futbolistas que admiro o sobre los que me gustaría escribir están prácticamente todos retirados. Pero también entiendo que tanto fútbol televisado termina por agotar cualquier atisbo de pasión o interés. De hecho, para más inri, ocurría también que, mientras se disputaba la Eurocopa, también lo hacía la Copa América. Lo que multiplicaba aún más los focos de interés y las imágenes en televisiones y redes sociales hasta el punto de que era difícil no sentirse abrumado por este maremoto futbolístico. Un tornado de tales dimensiones que entiendo que hay que afrontar con ciertos recaudos psicológicos para salir indemne del mismo, como han dejado claras las vergonzosas polémicas originadas en los últimos días a raíz de los festejos realizados por las selecciones argentina y española.

Ayer mismo alguien me habló emocionado para informarme sobre el triunfo de Marruecos contra Argentina en las Olimpiadas de París. Y mi reacción supongo que lo dejó atónito. De hecho, creo que al principio se la tomó como una falta de respeto. Porque el caso es que ni me había enterado que había comenzado el campeonato olímpico de fútbol. Ni tan siquiera había tenido en cuenta que fuera a celebrarse. Así que lo primero que hice fue preguntarle a mi interlocutor que de qué me estaba hablando hasta que, tras entender que aludía al importante encuentro, lo felicité por ese triunfo que, teniendo en cuenta el vertiginoso ritmo al que se desarrollan los acontecimientos en el deporte rey, quedará olvidado en unas horas. Tal vez minutos. Probablemente ya ha sido engullido en el maremoto diario.

Si he de decir la verdad, tengo la sensación (probablemente equivocada pero la tengo) de que ya ni tan siquiera hay fases de grupos ni octavos de final ni cuartos en los campeonatos. Que todo son finales. Aunque para ser más exactos habría que indicar que ya no hay fases clasificatorias pues, como bien decía un comentarista televisivo, había tantas selecciones participando en la Eurocopa que el mérito radicaba en no estar clasificada. Algo que me hace recordar con nostalgia aquellas Eurocopas de los 80 en las que participaban 8 selecciones. Torneos en los que la tensión se podía mascar desde el primer minuto porque había menos partidos y también más espacio mental para hacerle hueco al evento futbolístico.

Precisamente hoy que cada vez hay más y más encuentros intrascendentes, tengo la impresión (producto posiblemente del bombo publicitario) de que sólo hay finales. Que vivimos en una eterna final día tras día y que cada segundo alguien marca un gol tan, tan, tan, tan decisivo que ha terminado por resultar que ninguno es importante. Ni tan siquiera los de Nico Williams y Mikel Oyarzabal en la (por otra parte, divertida y notable) final de la Euro. Shalam 

الفشل الحقيقي الوحيد هو محاولة توقع أذواق الجمهور

El único fracaso real es intentar anticiparse a los gustos del público

2 Comentarios

  1. andresrosiquemoreno

    1imagen…anfora…todavia la imagen del s.V a.C…..anfora del satiro y del atleta…..
    2imagen….piernas y brazos abiertos es que va corriendo…… (movimiento)
    3imagen….salchicha de frankfurt (perrito caliente)….
    4imagen….africa del norte (verde tierra-rojo vida)…..
    5imagen…el color naranja (guillermo de orange), color que no aparece en la bandera oficial de holanda….
    PD…https://www.youtube.com/watch?v=CZyP8tFJUXM….forever young..dylan…copio de tu «un abrumador tornado»….(«supongo que tiene mas que ver con mi edad que con otra cosa»)…………

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    • Alejandro Hermosilla

      1) La portada de un insulso de videojuego inspirado libremente en Mario Bros. 2) Se persigue el balón como se persigue un animal. Es un día de cacería. 3) Diversión y serenidad. La proyección del patio de recreo convertida en deporte profesional. 4) Ejercicios de calentamiento. Un nuevo arte marcial 5) Combate de cruzados clásica. Otra era. PD: Lo mejor es la ironía de Dylan al cantar el tema. «Ojalá seas siempre joven». «Ojalá todo vaya perfecto». No pasará..ja.

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Autor: Alejandro Hermosilla

Mi nombre (creo) es Alejandro Hermosilla. Amo la escritura de Thomas Bernhard, Salvador Elizondo, Antonin Artaud, Georges Bataille y Lautreamont.

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