A día de hoy, el nivel de manipulación, violencia cultural e ideológica es tan grande que no sería extraño que pronto comenzáramos a leer en los créditos finales de un film o en la conclusión de la novela, lo siguiente: «Esta obra de arte fue llevada a cabo respetando rigurosamente los principios de paridad: ambos sexos se encuentran representados al 50 por ciento. No hay más personajes varones que mujeres y viceversa y tampoco la aparición de unos (o unas) es mayor que la de otros (u otras). Shalam
عْمَلِ الْخَيْرَ وَارْمِهِ فِي الْبَحْرِ
Rebasar los límites no es un defecto menor que no alcanzarlos
0 comentarios