Normalmente, suelo realizar una serie de lecturas cuando trabajo en una novela que me sirven tanto para ambientarme como para obtener ideas necesarias para su escritura. Algo que ya había dejado claro en algún avería.
Continuando con la costumbre, me gustaría citar a continuación los libros que estoy leyendo conforme corrijo lentamente y doy forma a Ruido del arte. Recuento que me parece tiene cierto interés teniendo en cuenta que podría resultar bastante sugestivo en el futuro observar cómo su influjo se entreteje entre las grietas de una novela que posiblemente haga referencia a varios de ellos. Cada título por cierto, irá acompañado de una palabra o expresión en negrita que intente definir lo que siento al internarme en sus páginas.
Ahí va:
Nicolas Berdiaev. Una nueva edad Media. Visionario.
Terence McKenna. La nueva conciencia psicodélica. Viaje.
Larry Shiner. La invención del arte. Memoria.
Jean Baudrillard. La transparencia del mal. Seducción.
Stephen King. Misery. Sótano.
Jean Baudrillard. El complot del arte. Intriga.
Jean Baudrillard. Las estrategias fatales. Perversión.
Juan Carlos Onetti. Cuando entonces. Prostitución.
Tom Wolfe. La palabra pintada. Dandismo.
Thomas Bernhard. Transtorno. Genialidad.
Arthur Danto. Después del fin del arte. Muerte.
Arthur Danto. La transfiguración del lugar común. Violencia.
Zigmunt Bauman. Arte líquido. Banalidad.
Aldoux Huxley. Las puertas de la percepción. Risa.
Elfriede Jelinek. La pianista. Deseo. Masoquismo.
Mario Levrero. Paris. Los hermanos Marx.
Giorgio Manganelli. La ciénaga definitiva. Dinosaurio.
Read Herbert. Arte y alienación. Texto.
Marqués de Sade. La filosofía en el tocador. Dios no existe.
W.G.Sebald. Austerlitz. Olvido.
W.G. Sebald. Los anillos de Saturno. Camino.Shalam
ما حكّ جْلْْْْْدك مثل ظْفرك
La puerta mejor cerrada es aquella que puede dejarse abierta
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