Dejo a continuación un nuevo avería dedicado a Bruce Chatwin y ciertas concatenaciones y azares. El cual recomiendo leer escuchando «The Emptiness Swallows Us All» de Steve Von Till.
En la Patagonia
Decía Sergio Pitol, recurriendo a la teosofía, que «todo está en todas las cosas». Una frase con la que no puedo estar más de acuerdo en según qué días. La vida, sí, es a veces un flujo maravilloso y sorprendente de acontecimientos. Un viaje por tierras extrañas llena de sorpresas parecido al que realizara Marco Polo, siglos atrás, por los parajes orientales del planeta.
En el 2001, leí en Sarajevo uno de esos libros medulares, únicos, que de tanto en tanto tenemos la suerte de abrir. Me refiero a En la patagonia. El inclasificable texto de Bruce Chatwin. Una obra que es tanto una novela, como un tratado antropológico, una recopilación de pequeños cuentos o una fábula viajera. Pura alquimia literaria. En ella, el escritor inglés afirmaba que la Patagonia había sido una especie de País de las Maravillas para él desde la precoz edad de tres años.
Imposible olvidar ese mágico comienzo: «En la vitrina de curiosidades de mi abuela había un trozo de piel de animal con gruesos pelos rojizos, clavado a una tarjeta con un alfiler herrumbroso. —¿Qué es eso? —pregunté. Y se me respondió: —Un pedazo de brontosaurio —o al menos eso es lo que me pareció escuchar».
Inmediatamente, caí fascinado con la figura del escritor inglés y, cuando en octubre del 2002, aterricé en Buenos Aires, tenía marcado a fuego en el mapa de Argentina varios de los lugares que citaba en su libro y que pensaba visitar sí o sí. Chatwin fue mi entrada a La Patagonia. Su libro fue mi mapa para viajar a esos fascinantes paisajes donde parecía a veces que los dioses estaban insuflando aire y fuego para calentar el planeta.
Es cierto que, en algunos casos, los habitantes de esos parajes no tenían en demasiada estima al escritor inglés. Lo acusaban de inventarse demasiadas historias en su libro. Deformar la cosmogonía de La Patagonía en pos de sus intereses. Algo que puedo entender perfectamente pero que no comparto. Porque, al fin y al cabo, Chatwin no era tanto un ensayista o un historiador como un novelista. Era un fabulador que mezclaba los datos a su antojo para mayor honra del arte narrativo como deja claro su querido amigo Werner Herzog en el documental que le dedicó: Nomad: in the Footsteps of Bruce Chatwin.
En fin. Lo cierto es que si estoy refiriéndome hoy a Chatwin no es tanto para recomendar su lectura como para advertir de una de esas prolijas casualidades que demuestran lo verdadero de la frase citada por Pitol en el principio de este avería. Puesto que hace unos días hablando con mi tía, me indicó azarosamente, sin prestarle mucha atención al detalle, que un familiar nuestro (tío de mi abuelo paterno) había pasado varios años en Argentina. Al principio, en la Patagonia y posteriormente, en la Pampa donde (tras infinidad de escarceos amorosos y aventuras) había sentado cabeza y tenido una hija.
De hecho, al parecer había muerto en esa región argentina a mediados de los 60 del pasado siglo tras un breve regreso a Cartagena donde, tras ser diagnosticado con una enfermedad mortal, mi tío lo acompañó a Barcelona para que viajara en avión hacia su patria adoptiva y pudiera morir junto a su hija.
Lo curioso del caso es que cuando yo fui a La Patagonia y La Pampa desconocía este hecho. Obviamente, de haberlo sabido, hubiera hecho lo posible por encontrarme con aquella niña convertida, supongo, ya en una anciana. Pero básicamente me dediqué a leer libros cuyo argumento se encontraba situado allí, recorrer parajes naturales agrestes e insólitos y, en la medida de lo posible, vivir experiencias que perfectamente podían haber propiciado que tuviera, a su vez, un retoño.
Un periplo aventurero que realicé con tanto entusiasmo que no puedo evitar pensar que existía una fuerza en el Universo, probablemente el inconsciente colectivo, que guiaba mis pasos por aquellas tierras. Y que, aunque yo no lo supiera, (pues ilusamente pensaba que me encontraba allí por Chatwin) el rastro de aquel familiar y su hija me estaban o bien buscando e invitando a venir o bien alentando a repetir su historia.
Para más inri, me entero hoy leyendo un sugerente y conciso texto de José Alejandro Adamuz llamado «La alternativa nómada» que aquel «trozo pequeño, pero grueso y correoso, con mechones de pelo áspero y rojizo» que Chatwin pensaba que pertenecía a un brontosaurio, en realidad, era un fragmento de la piel de un mamífero extinguido: el Mylodon darwini. Y que «lo hizo enviar desde Punta Arenas un tío suyo, Charles Amherst Milward -aventurero, nómada, capitán de un barco naufragado en el Canal de Magallanes-, tras desenterrar los restos en la Cueva del Milodón, en la provincia Última Esperanza».
Así que Chatwin también tuvo un pariente perdido en la Argentina. También emprendió su viaje (conscientemente o no) para unir los fragmentos de su árbol familiar. Demostrando, como sugería Sergio Pitol (ese incansable viajero con quien años después, tuve la ocasión de departir en múltiples ocasiones en su mansión de Xalapa sobre estas y otras cuestiones) que, sí, «todo está en todas las cosas». Y que probablemente, la rama familiar de un individuo lo es, a su vez, de toda la humanidad. Shalam
الطموح ملجأ الفشل
La ambición es el refugio del fracaso
1ºimagen…..toro de osborne…..(cuerno largo, cuello largo, cuello donuts….)jajajjjj
2ºimagen…..me han pedido una foto y asi lo hago…..
3ºimagen…..un dunkerque natural…………….
4ºimagen…..lo que haria con esta imagen seria pensar en esto:
https://www.youtube.com/watch?v=R2-DaRZzh0I….zerkalo(the mirror)..1975..tarkovsky….nivel top…..
5ºimagen…..una de las posibilidades cuando no se sabe lo que hacer es hacer art brut con los elementos de este paisaje (eso haria yo)…….
6ºimagen……colega anciano, colega alejandro..jajajjjj
PD….https://www.youtube.com/watch?v=OeP4FFr88SQ….mr.tamborine man live…1964…new port folk festival.
1) Imagen de dinosaurio anunciano un parque temático en la costa oeste de Estados Unidos. 2) En los ensayos de Enrique V. Shakespeare. 3) Barco de conquitador español en costas del atlántico. Recuperado. 4) Buena idea la de la escena de El espejo. Sensacional momento en el que la actriz al menos desconocía lo que sucedería posteriormente en el guión y se nota par bien. 5) Imagen de western esteriotipado tipo Silverado pero con pistoleros argentinos. 6) Dos hombres y un destino: los libros. PD: Excelente versión. La lucha y al mismo tiempo el placer de Dylan al contenerse. Tengo ganas de escuchar su último disco. Lo haré.