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El sonido de las piedras

Ago 12, 2024 | 2 Comentarios

Dejo a continuación un breve avería dedicado a Bone Machine, el disco de Tom Waits. El cual recomiendo leer escuchando el tema que lo abre: «The earth died screaming».

 

El sonido de las piedras

Resulta una tarea difícil señalar el mejor disco de Tom Waits. Depende obviamente más del momento y de la etapa por la que uno atreviese que de la calidad del mismo.

Tom Waits es el Frankenstein del rock. Casi todos sus discos son monstruos vivos que crecen más allá de su creador. Tal vez hoy elegiría Bone Machine. Una combinación extraña entre los alaridos de los borrachos, varios golpes de huesos podridos y los mugidos de una vaca. Una obra que por momentos parece un cuadro de Jackson Pollock o una granja amorfa llena de animales heridos.

Las guitarras en Bone Machine son como pinceladas alocadas, fuera de lugar, situadas en una carretera de una sola dirección y los golpes de batería son más berridos que latidos rítmicos. Bone Machine es una monstruosidad experimental. Una obra que barrió no sólo la faceta cabaretera de Waits sino que lo proyectó ya muy lejos para siempre de su leyenda alcohólica. De hecho, Tom parecía aquí más un mago negro o un tipo haciendo conjuros que un rockero. Era casi un hechicero. Un tipo invocando personajes mientras componía canciones que eran parecidas a movimientos de tierra. Terremotos musicales.

Con Bone Machine, Tom Waits se convirtió en inventor o más bien en destructor de inventos. Un alocado artista experimental que se divertía jugando con sus criaturas. En cierto sentido, encontró un lenguaje nuevo. Un alfabeto lleno de sílabas inexistentes hasta entonces que, obviamente, generaba estridentes y extrañas palabras de resonancias desconocidas. Utilizó el micrófono como si fuera una piedra y el bajo como una rueda para recorrer parajes desérticos, transformando el rock en un caracol y la música en una caravana. Keith Richards, por ejemplo, parece aquí más un gitano nómada que una estrella de rock. Waits, sí, logró que Richards se conectara con su esencia. Se transformara en un pirata que lograba que su guitarra sonara como una máquina peligrosa que echaba fuego por todos sus costados.

En Bone Machine todos los temas suenan nuevos cada vez que se los escucha. Bone Machine es, de hecho, una obra inagotable. Es como un vaso de whisky del que, de repente, emergieran confettis y gusanos. Es un disco parecido a Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas pero en plan beat. Una puta locura que es necesario escuchar de tanto en tanto para no perder el norte. Comprender instintivamente al momento lo que es el arte (arte vivo parecido a un rabo de toro) sin necesidad de que nadie lo defina. Shalam

لا يجد الناس شيئًا أكثر صعوبة في إتقانه من لغتهم

A las personas no les resulta nada más difícil de dominar que su lengua

2 Comentarios

  1. andresrosiquemoreno

    1imagen…no ver el mal…no escuchar el mal…no decir el mal…..(la dama de elche)….sonrisa…
    2imagen….es dificil ver(gafas)…es dificil hablar(humo)….escuchar a tom waits no es dificil (1944)…ni al captain beefheart (1941)…ni a ray charles (1930)….
    3imagen….los circulos representan lo femenino, los chorreos lo masculino…(jackson pollock-1912)…..
    PD..https://www.youtube.com/watch?v=oV5Bd8Eu0ko…escena from twin peaks…..jajajajjjj….

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    • Alejandro Hermosilla

      1) Hay que escuchar por la boca y hablar por los oídos. Eso me lo enseñó el Capitán pero yo lo llevé más allá. Soy el granjero del ruido. 2) ¿Es necesario que la música sea díficil? Yo soy un piloto de avión, un paraidista y hablo como los caracoles. Me tiro en paracaidas y luego simplemente transmito el dolor de mi estómago. 3) Trozos de cangrejo caídos en la playa mezclados con arena negra y un poco de barro. PD: buenísimo.. Lynch diciéndole que no hace falta repetir ninguna escena. Que a la primera salió bien.

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Autor: Alejandro Hermosilla

Mi nombre (creo) es Alejandro Hermosilla. Amo la escritura de Thomas Bernhard, Salvador Elizondo, Antonin Artaud, Georges Bataille y Lautreamont.

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