He decidido cambiarle el título al libro de fragmentos del que hablé en la última entrada de avería. Se llamará El libro perdido. Gimnasio Telémaco me parecía un nombre absurdo. No quiero ni pensar cómo estaría de la cabeza cuando lo bauticé así. Que pase a llamarse además de esta otra manera, me parece que me compromete y obliga a trabajarlo amplia, profundamente. Y a no dar a los lectores de Avería de pollos algo medio hecho, cuando se merecen algo bien entero.Carne mística para su alma.Expresión que podría ser subtítulo del libro, y me propongo pronunciar en voz alta una y otra vez, como un mantra, cada vez que me dedique a trabajar cualquiera de sus textos. Shalam
من الأفضل أن تشعل شمعة على أن تلعن الظلام
Es mejor encender una vela, que maldecir la oscuridad
Acabo de recordar una obra que, de alguna forma, sí que alcanza a desarrollar literariamente lo que creaciones como la de Boucq y Crécy consiguieron...
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